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Gonzalo Cardenal M.

De lo que nos perdemos

La I Guerra Mundial era la guerra que iba a acabar con todas las guerras para siempre. Pero solo veinte años después vino la II Guerra Mundial, mucho más cruel que la primera y que terminó con el estreno de la primera bomba atómica, con una fuerza equivalente a 13 mil toneladas de dinamita.

Dijeron entonces: “El horror de esta bomba impedirá que haya más guerras en el mundo”. Hasta que otro inventó unas bombas más grandes, de veinte megatones, con una fuerza explosiva equivalente a veinte millones de toneladas de dinamita, que ahora pueden acabar para siempre con el mundo. Si llegara una III Guerra Mundial, nadie duda que estas armas serán empleadas y aún otras peores como las armas biológicas y las químicas. También nos podríamos preguntar, ¿Quién inventó el hambre? No sé si estamos conscientes que en el mundo hay suficientes alimentos para todos, y que sin embargo son millones las personas que mueren de hambre cada año. Pero el hombre prefiere invertir sus recursos en matar.

El costo de un submarino moderno, equivale al costo de educar a 16 millones de niños durante un año y el costo de un tanque moderno, equivale al costo de mil aulas escolares con capacidad para treinta mil niños.

La guerra contra Irak costó la cantidad de 85 mil millones de dólares. Con ese gasto se pueden construir diecisiete millones de unidades habitacionales para personas de escasos recursos, es decir se hubiera solucionado el problema de la vivienda para 85 países como Nicaragua. O se pudieron haber construido diecisiete mil hospitales. O se pudieron haber construido siete millones de aulas escolares. Son cifras verdaderamente aterradoras de dinero utilizado para matar y destruir.

Y el hombre sigue insistiendo en construir un paraíso, pero no cree, no escucha, no acepta la palabra del Señor que le enseña cual es la verdadera causa detrás de todo el mal en el mundo.

A la Primera Guerra Mundial siguió Hitler que asesinó a seis millones de judíos y que quiso conquistar el mundo entero en nombre de una nueva raza. Y a la Segunda Guerra Mundial siguió un Stalin, que asesinó a más de treinta millones de obreros y campesinos rusos en nombre del sistema que da el gobierno y el poder, precisamente a los obreros y campesinos.

En el otro lado se dijeron en Estados Unidos: “si producimos suficiente alimento, riqueza y comodidades, el mundo va a ser un paraíso”. Acumularon entonces más riqueza y más poder que todos los pueblos de toda la historia juntos; pero no se produjo el hombre nuevo. Siguen coexistiendo ahí la mayor pobreza con la mayor riqueza de la historia.

Un país en donde se consumen cuarenta pastillas de Valium por habitante por año. Y no hablo del total de los tranquilizantes, solo de una marca.

De esto podríamos hablar horas, pero toda esta explicación no tiene más que un propósito, y es el tratar de que comprendamos por qué tenía Cristo que venir, y que comprendamos qué es lo que vino a hacer y de qué tenemos que ser salvados.

Y también nos ha revelado en qué consiste este pecado. En que un día el hombre quiso prescindir de Dios y se separó de Él y de la amistad que Él le ofreció y que un día quiso ser él quien decidiera lo que es bueno y lo que es malo, en vez de seguir las recomendaciones del Señor. El hombre quiso ser su propio Dios.

EL AUTOR ES COORDINADOR DE LA CIUDAD DE DIOS.

Opinión I Guerra Mundial archivo

COMENTARIOS

  1. Cordobanica
    Hace 9 años

    Vamos muy lejos, aquí mismo en Nicaragua sin tener 3ra. Guerra mundial, casi solo vivimos en guerra los unos con los otros, políticos, militares, policías, religiones, razas, ricos, pobres, dictadores, etc, etc. Luchar por La Paz es un desafío en el mundo y en nuestra patria, y solo la verdadera democracia republicana da una relativa paz para todos. Luchemos unidos por hacer de este país más democrático, más justo, más humano, más igualitario, vivamos como verdaderos hermanos y hermanas.

  2. observador
    Hace 9 años

    Las guerras: las terapias de vencedores y vencidos.

  3. Hace 9 años

    Estoy de acuerdo con este escritor excepto que se le olvido mencionar que Japon mato a millones de Chinos, los Estados Unidos mato a millones de Vietnamitas, Coreanos, Iraquies, Libianos, Afganistanos, Nicaraguenses, africanos y se le olvido decir que los Estados Unidos con la OTAN tienen bases militares y bombas atomicas por todo el mundo para continuar las guerras ilegales que siguen matando a gente inocentes como los Palestinos victimas de Israel suplidos con armas por. El USA.

  4. jose m. fernandez.
    Hace 9 años

    Las guerras por desgracia de los inocentes q’ las sufren,y de los q’ despues siguen sufriendo de sus secuelas son necesarias para desarrollar las tecnologias q’ no existieran si no fuera por las nesecidades de sobrevivencia creadas por las guerras.Ejemplo el cohete q’ llevo a los primeros hombres a la luna fue basado en un cohete creado y ocupado para bombardear,y destruir ciudades,y matar gente inocente…

  5. jose m. fernandez.
    Hace 9 años

    Dios NO existe,y q’ los hombres no son su propio dios,al este ultimo NO existir,y q’ solamente existe en la imaginacion de los hombres,y mujeres q’ quieren creer q’ existe,y q’ las cosas son caprichosamente de esa manera RELIGIOSA.Y el hambre la invento un viejo barbudo mentiroso,vividor,y vago de origen aleman llamado Karl Marx,q’ logro con la ayuda de otros vagos,ladrones,y satrapas convertir e imponer por la fuerza su fantasiosa teoria,en un mandato maligno,disfrazado de humanismo…

  6. Nica-chon
    Hace 9 años

    Parece que el señor Cardenal es muy buen historiador, por lo que sería interesante que haga un resumen de todas las guerras de exterminio que relata la Biblia. Porque se supone que todo lo que en ese Libro aparece, es cierto. De ser ciertos esos relatos, solamente indicaría que matarse unos a otros ha sido algo inevitable. Solo para mencionar un caso, Cain mató a Abel viviendo al lado de Dios, y se asegura que somos descendientes de Cain, entonces, de qué nos asombramos?

  7. Adan
    Hace 9 años

    estoy de acuerdo en la casi totalidad del escrito, las guerras, el hambre, las enfermedades, la educacion, son problemas de la humanidad y en ella esta la solucion. En el trabajo, la justa distribucion de las riquezas y la educacion en un ambiente de democracia se encuentran las repuestas.

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