El apego casi natural que emerge por la necesidad de sentir —aunque sea ajena— la grandeza puede llevar a reacciones exageradas entre los aficionados nicaragüenses. Pero esta vez la decisión del mánager Kevin Cash de sacar de un partido al nicaragüense Erasmo RamÃrez, con solo 65 picheos, también sorprendió en Tampa.
El periodismo deportivo de Tampa hizo la pregunta a Cash que en Nicaragua sonaba en las cabezas de los fanáticos: ¿Por qué sacar a Erasmo tan temprano?
La respuesta de parte del timonel fue simple: él querÃa al relevista derecho Steve Geltz para enfrentar a Josh Donaldson, porque le gustaba el duelo.
RamÃrez, quien terminó sus dÃas con los Marineros de Seattle bajo la penumbra de la desconfianza del mánager Loyd McClendon, pudo haber sucumbido a la frustración. Pero no fue asÃ, pues dejó que el profesionalismo dominara la situación.
“Estás a un out (del final de la entrada) y un derecho que viene a batear y te sientes bien, estás lanzando strikes. Me sorprendió, pero al mismo tiempo tienes que decir ‘está bien, viene con los relevistasÂ’. No tengo problemas”, comentó RamÃrez a The Tampa Tribune sobre la situación.
Y es que con 65 picheos, 44 de ellos de strikes, el juego empatado a una carrera en el quinto inning frente a los Azulejos el sábado, la decisión de Cash no cuadraba en la lógica del beisbol, aunque Geltz dominó en ese momento a Donaldson, para después permitir una carrera en el siguiente capÃtulo.
“Hice mi trabajo y ahora tengo que animar a mis compañeros de equipo y deseo que ellos hagan el trabajo y obtengan la victoria. Eso es lo que pienso cuando veo a Cash venir hacia mÃ. Está bien, no es más mi juego. Tengo que animar. Ese es mi trabajo ahora”, compartió el derecho nicaragüense.
Lo importante es que Erasmo cumplió con su trabajo y Cash está consciente de ello.
El nicaragüense Erasmo RamÃrez se ha convertido en uno de los lanzadores más dominantes en el último mes en las Grandes Ligas, al sumar nueve aperturas al hilo de dos o menos carreras, y 10 en total, esta última cifra, es igual a la que posee Chris Archer, el brazo uno de la rotación de los Rays.
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