Costa Rica llegó a la Copa Oro 2015 con cartel de favorito para ganar el título por primera vez, pero quedó eliminado el domingo, derrotado en tiempo de prórroga por México sin haber ganado un solo partido.
La eliminación despertó en el país centroamericano un sentimiento de indignación por la pérdida con un penal dudoso contra el ariete Oribe Peralta, cobrado por Andrés Guardado al final de la prórroga.
Pero al mismo tiempo generó dudas sobre el accionar de la Selección que había dejado gratas impresiones en el Mundial de Brasil-2014 y que actualmente acumula diez partidos entre amistosos y Copa Oro sin conocer la victoria.
Costa Rica llegó al torneo de naciones de la Concacaf como cabeza de grupo y favorito, pero apenas logró avanzar a cuartos de final con tres empates ante Jamaica, El Salvador y Canadá. En la segunda ronda cayó eliminado el domingo por México.
Bajo el mando de Paulo César Wanchope, un exdelantero internacional con poca experiencia como DT, la sele perdió la estructura rigurosa que exhibió en el Mundial bajo el mando del colombiano Jorge Luis Pinto, quien abandonó el equipo entre críticas por su excesivo rigor con los jugadores.
Con Pinto, más allá de sus problemas de personalidad, había un extenso y casi obsesivo trabajo táctico, por eso la defensa era tan sólida. Tenían los movimientos ensayados hasta la saciedad, eso se perdió, comentó el analista deportivo Gustavo Jiménez, exdirector del diario deportivo Al Día.
Para algunos jugadores y medios de prensa, la eliminación de los ticos se dio por el penal cuestionado sancionado por el árbitro guatemalteco Walter López.
El defensa costarricense Giancarlo González consideró que la sanción, al filo del último instante de los treinta minutos de prórroga, indica una preferencia de la Concacaf para tener a Estados Unidos y México en la final de la Copa Oro.
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