“Eso es un gran crimen”, dijo Julia Carrasco, integrante del Consejo Agrario de Colonos en la comunidad de Rancherías, ante la destrucción de la reserva protegida de Río Escondido, sector de la Isla de Campuzano, en el municipio de Puerto Morazán.
Ocho peones, cada uno con machete, talan la reserva protegida y dejan como un desierto los humedales en momentos de sequía y altas temperaturas.
Moisés Cáceres, vicepresidente de la cooperativa El Buen Camino, se molestó ante la presencia de jóvenes ambientalistas, medios de comunicación y propietarios del lugar.
Este poblador dijo que son 65 hectáreas de la zona de humedales para instalar una camaronera artesanal.
“No nos vamos a engañar, no tenemos el permiso, lo estamos tramitando. Nos reunimos en Tonalá, Puerto Morazán con una comisión de Marena, Inpesca y (Ministerio) de Economía Familiar y les llevamos la inquietud; hasta el momento no hemos recibido un sí, pero tampoco hemos recibido un no Aquí estamos manteniendo un punto”, dijo Cáceres.
ES UN ÁREA DE RESERVA
Xenia Vílchez, heredera de la propiedad de quinientas manzanas, desmembrada de la legendaria hacienda Campuzano, le indicó al cooperativista Cáceres que la zona fue declarada reserva.
Indicó que ha denunciado la demarcación y destrucción de la propiedad ante la Alcaldía de Puerto Morazán, además refirió que las autoridades del Marena hicieron una inspección reciente en el sitio y le informaron que ahí no se puede otorgar concesión para una camaronera.
Raomir Manzanares, asesor para los Jóvenes Ambientalistas, conversó con el cooperativista Cáceres y le animó a evitar cortar más árboles.
1995 fue el año en el que Río Escondido, Campuzano, zona costera de Puerto Morazán, fue declarado sitio de reserva.
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