El gobierno de Grecia anunció que la Bolsa de Valores de Atenas reabrirá el lunes 3 de agosto, en un importante paso hacia la normalidad mientras se aceleran las conversaciones con los acreedores internacionales del país.
La bolsa ha estado cerrada desde el 29 de junio, cuando el gobierno impuso controles de capital para prevenir un colapso bancario.
El ministro de Finanzas Euclid Tsakalotos firmó la orden el viernes 31 de julio, que incluye además restricciones a corredores basados en Grecia por un período no especificado. El límite de 60 euros para retiros de cajeros automáticos seguirá en vigor.
Tsakalotos se reunió con los principales negociadores de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional para iniciar las conversaciones sobre un tercer paquete de rescate valorado en 85,000 millones de euros (93,000 millones de dólares) luego de varios días de reuniones preparatorias entre funcionarios de menor nivel sobre una reforma del sistema tributario y regulaciones al mercado laboral.
El tercer paquete de rescate incluirá nuevas medidas de austeridad para un país en medio de una recesión de seis años y con un desempleo de más de 25%. El primer ministro Alexis Tsipras ha prometido respaldar los recortes de gastos, aunque admite que está en desacuerdo con ellos.
“Los vamos a implementar, sí, porque no vemos forzados a hacerlo”, dijo Tsipras en el parlamento. “Pero al mismo tiempo vamos a luchar para cambiarlos, para mejorarlos y contrarrestar sus consecuencias negativas”.
Las negociaciones con el FMI, la Comisión Europea y el BCE para el nuevo paquete de rescate deben concluir antes del 20 de agosto, fecha la que expira un pago de más de 3,000 millones de euros al BCE, dinero que Grecia no posee.
Tsakalotos dijo que las negociaciones se centran ahora en cómo recapitalizar el vapuleado sistema bancario griego, cuya base de depósitos fue drenada en meses recientes cuando los griegos vaciaron sus cuentas por el temor a la salida del euro. Las conversaciones lidian además con los compromisos de Grecia de privatización y objetivos de superávit presupuestario.
“Como pueden entender, hubo convergencia en algunos puntos y menos convergencia en otros”, dijo.
El encuentro se produjo horas después de que Tsipras superara un intento de los disidentes de su partido para poner fin a las negociaciones del rescate y buscar una vuelta a la vieja moneda nacional, el dracma.
El comité central del partido Syriza, que rige el país desde las elecciones de enero, respaldó la propuesta de Tsipras de celebrar un congreso extraordinario en septiembre, una vez finalicen las negociaciones.
Los descontentos pretendían que el congreso tuviese lugar antes, presionando al gobierno para abandonar las negociaciones.