El hecho que el Gobierno obtenga más recaudación no se traduce en que sea eficiente en la manera de gastarlo, por el contrario, de acuerdo con recientes estudios de organismos nacionales e internacionales, Nicaragua tiene uno de los problemas más altos de ineficiencia en su gasto público.
En materia de tributos, la recaudación a mayo pasado creció 11.15 por ciento respecto al mismo período de 2014, según las estadísticas publicadas por el Banco Central de Nicaragua (BCN).
Fueron 23,738.2 millones de córdobas los obtenidos por el Fisco entre enero y mayo de 2015, y si bien es un monto superior, la tasa de crecimiento sigue ralentizada al compararse con el comportamiento de los años anteriores y es inferior a la tasa proyectada en el Presupuesto General de la República 2015, que fija el crecimiento en 12.8 por ciento.
Muestra de cómo viene desacelerando la tributación es que para mayo de 2014 el incremento fue del 14.29 por ciento respecto a mayo 2013. Pero incluso ese comportamiento fue por debajo del 43.9 por ciento del crecimiento de la recaudación
en los primeros cinco meses del 2013 respecto a mayo de 2012, de acuerdo con los datos del Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP).
FRENAZO DEL IVA
Al revisar los datos actualizados del Gobierno se identifica que el Impuesto al Valor Agregado (IVA) es el tributo que menos crecimiento registra. El IVA creció apenas 2.85 por ciento hasta mayo pasado, un fuerte frenazo ya que para el mismo mes de 2014 la expansión fue del 11.6 por ciento.
Lo ingresado a las arcas públicas en concepto de IVA fueron 8,415.3 millones de córdobas entre enero y mayo, es decir un aumento de 233.5 millones de córdobas de la cifra obtenida para el mismo período anterior que fue de 8,181.8 millones de córdobas.
La desaceleración vendría por el lado del IVA doméstico, que cayó cuatro meses continuos en el año. En enero por ese tributo se obtuvo 933.4 millones de córdobas siendo la cifra más alta en todo el año, pero los siguientes meses los montos fueron disminuyendo hasta llegar a los 455.2 millones de córdobas que fue lo ingresado en mayo.
En cuanto al Impuesto sobre la Renta (IR) —el segundo tributo de más importancia para el Fisco— su crecimiento también se ralentiza debido a que en 2015 la tasa es del 14.8 por ciento, sin embargo un año atrás el aumento fue del 24.8 por ciento.
LOS QUE SE RECUPERARON
Donde hay fuerte recuperación es con el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), al incrementar 20.86 por ciento interanualmente, contrario a la contracción del 8.7 por ciento registrado para mayo 2014.
También mejoraron los impuestos sobre comercio y transacciones internacionales al crecer 11.9 por ciento y los agrupados en la categoría Otros, con 33.83 por ciento.
Ambos tributos crecían hasta mayo de 2014 a tasas del 0.70 y 14.82 por ciento respectivamente, según las estadísticas públicas.
INEFICIENCIA EN EL GASTO
Los economistas Alejandro Aráuz y Mario Flores comparten que las autoridades no solo deben preocuparse porque mejore la tributación a fin de disponer de los recursos para mantener el aparato burocrático y los programas de inversión,
consideran que urge resolver el problema de ineficiencia del gasto.
“Vemos entidades que tienen que ver con la atención a los sectores productivos totalmente inoperantes”, afirma Aráuz.
Menciona como ejemplo el Ministerio de Economía Familiar, Comunitaria, Cooperativa y Asociativa (Mefcca), que desde su creación en julio de 2012 le ha costado al erario más de 3,000 millones de córdobas para su funcionamiento, pero “hasta hoy lo que existen son más quejas de los pequeños empresarios de que ahí no se resuelve nada de sus necesidades para ser más productivos”.
“Aquí urge revisar hacia dónde y a qué bienes públicos van a desarrollarse con el Presupuesto de la República, y urge bajar ese gasto corriente”, opina Aráuz.
El economista fustiga “el gasto millonario en cosas que no contribuyen en nada a elevar la productividad y el crecimiento del país”. Menciona por ejemplo los recursos destinados a compra de flores, adornos, luces y demás artículos para crear las tarimas para los eventos partidarios del gobierno de Daniel Ortega.
“La movilización de miles de partidarios sandinistas a todas las actividades que se inventa el Gobierno salen de gasto presupuestario y toda esa visión política entorpece la ejecución de los recursos de forma eficiente”, dice Aráuz.
Su recomendación es “atacar la burocracia y acabar con cuestión prebendaria del Gobierno”, empezando por transparentar los gastos ocultos del Presupuesto que es el caso de la compra de flores y demás artículos de ornamentación para actividades partidarias. En los documentos presupuestarios no hay especificación de ese tipo de gastos.
Igual de importante para Aráuz es que el Gobierno presente un monitoreo y evaluación de la calidad de los proyectos que permitan conocer si los impuestos se usan en obras de utilidad.
“El crecimiento de la burocracia, y con ello del gasto corriente, obedece a influencia política partidaria. Mientras no cambie eso, el aparato gubernamental seguirá creciendo de forma
escandalosa”.
Alejandro Aráuz, economista.
Mejorar eficiencia
Mario Flores, exministro de Hacienda, señala como algo positivo que el gasto social se incrementó los últimos diez años “no solo en términos nominales sino también como proporción del Producto Interno Bruto (PIB)”.
Indica que se dedican mayores recursos a servicios sociales como salud, educación, vivienda, entre otros, al pasar del 7.7 por ciento del PIB en 2001 a mantenerse constante alrededor del 9.3 por ciento entre 2005 y 2014.
El problema es que ese gasto social en general es “ineficiente” haciendo necesario que ciertos gastos se enfoquen mejor, señala Flores, en su estudio Política Fiscal de Nicaragua publicado por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social.
“En energía Nicaragua gasta mucho y en subsidios corrientes mal focalizados, mientras en asistencia social gasta poco en relación a los niveles de pobreza”, afirma Flores.
Pesada carga
El exministro de Hacienda, Mario Flores, sostiene en el estudio Política Fiscal de Nicaragua, de Funides, que los estimados del gasto tributario (exoneraciones, exenciones y demás incentivos al sector privado) del país generan una pérdida para el Gobierno central del orden del cuatro por ciento del PIB. “De aplicar una política más restrictiva permitiría reducirlos alrededor del dos por ciento”, afirma.
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