Es la última nota que escribo para Astros Magazine en el exitoso 2015 de los nuevos Astros, y decidí solicitar la contribución “virtual” pero a la vez “muy real” de algunos fanáticos y otras personas para producir un pieza muy singular e interactiva. Fue un grupo variado que por fortuna participó con ánimo. Ellos fueron: Tito Rondón, ex narrador de los Dodgers; Edgard Rodríguez, Editor del Diario La Prensa de Nicaragua, y los fanáticos de Houston Emilio Seng, J. Michael Cathcart y Carlos J. López. Las respuestas a sus preguntas aparecen intercaladas a lo largo de esta nota.
Todos los años tengo el honor de bajar al terreno del Parque Minute Maid, caminar hacia la casa club de los Astros y entrevistar a José Altuve. Es una especie de rito que me satisface porque el joven venezolano es persona accesible que brinda su sonrisa amistosa a todos los que se le acercan.
Conozco a José desde el día que arribó a Houston el 20 de julio de 2011 procedente de los Anzuelos de Corpus Christi. Allí se distinguió mostrando coraje sólido, inteligencia y agresividad en el terreno, conocimiento verdadero del juego, junto a otras cualidades que lo hacen un pelotero excepcional.
Con todos esos atributos a su favor, los Astros lo ascendieron al equipo mayor y el suramericano supo aprovechar la oportunidad; se ganó en cortísimo tiempo las simpatías de sus superiores, el respeto de sus nuevos compañeros y la admiración de una afición que ahora lo adora con locura.
Después del primer mes de juego y demostraciones brillantes que tuvo en el terreno, dijimos en el palco de la prensa que los Astros por fin ya podían sentirse seguros de que la primera pieza para formar una fuerte línea del medio había llegado.
Más tarde la nueva administración de los Astros vio en Altuve lo mismo que los redactores deportivos vimos desde el palco de prensa. Y el nuevo gerente general, Jeff Luhnow, se puso a reconstruir al equipo alrededor de su segunda base (Altuve).
Mientras la reconstrucción tomaba forma, José se convirtió en parte importante del Clásico de Verano o Juego de las Estrellas en su primera aparición en el año 2012. Además, la imagen del agraciado jugador de cuadro es ya una especie de icono del equipo que aparece como símbolo en todas las publicaciones de la organización. En otras palabras, ver la foto de Altuve es ver el corazón de los Astros como jugador y como uno de los preferidos de los fanáticos.
Los padres de familia en Houston compran por miles la camiseta con el nombre y número (27) de Altuve para que sus niños las luzcan con orgullo como una especie de trofeo. Los niños peloteros del futuro quieren batear y correr como José, quieren capturar la pelota como lo hace José, quieren robar bases como José. Así que José no sólo es la chispa viva de los Astros, es también el ídolo que todos quieren imitar.
Con todo el gusto que me satisface escribo uno, dos o tres artículos al año acerca de las aventuras y progreso de Altuve en las Ligas Mayores. Este es uno de mis párrafos del 2012:
“Los Astros que sueñan con volver a competir en el terreno de los equipos más pintados de la Liga Americana tienen en José Altuve al jugador más interesante desde que el club desarrolló, entrenó, pulió y canjeó al jardinero Hunter Pence”. Hoy agrego que José ha venido manteniéndose en los primeros lugares del equipo en cuanto a su promedio de bateo.
Los jugadores que alcanzan la gloria en beisbol tienen que aprender a reaccionar ante los comentarios relacionados a sus logros. “Yo me siento muy agradecido por el favor de Dios y con la fanaticada por todo el apoyo que me han brindado mientras visto el uniforme de los Astros. Creo que es una de las cosas que más me gusta de la ciudad de Houston, la gente es muy amable y estoy contento por todos los buenos comentarios que se suscitan acerca de mi rendimiento en el terreno y en lo personal”.
Sería interesante averiguar la rutina de preparación y práctica que hace Altuve con respecto a si varían dependiendo de si se halla en un período exitoso o uno de poco rendimiento. “Yo creo que siempre observo la misma rutina y veo cómo se presentan las cosas todos los días. Si estoy teniendo éxito hago mis ajustes para mejorar más todavía. Y si no están saliendo bien, doblo mi esfuerzo de preparación para volver a sobresalir”.
José es un bólido corriendo las bases, elemento que agrega un arma poderosa a los peloteros y los hace rendir más. ¿Tendrá un secreto para ser tan rápido entre almohadilla y almohadilla? “Creo que no tengo ningún secreto. Trabajo duro en el plan de entrenamiento que manda el equipo. Creo que la rapidez siempre ha sido innata en mí. Por mi parte hago ejercicios de agilidad para mantenerla y mejorarla, pero repito, no hay secreto alguno”.
La posición de segunda base es parecida a la del campo corto, con la excepción que está más cerca de la inicial donde se efectúa la mayoría de las jugadas y Altuve parece que nació para desempeñarla con facilidad. “Yo creo que podría jugar en cualquier posición. Le digo al dirigente que siempre estoy listo para jugar con gusto donde sea necesario. Lo importante es aparecer en la alineación”.
Uno de los honores más satisfactorios que José ha recibido en su vida de beisbolista es haber sido seleccionado como regular para el Juego de Estrellas versión 2015. Es un gusto que permanece indeleble en la mente. “El regocijo que sentí fue indescriptible. Le agradezco a Dios y también a la fanaticada por haberme puesto en esa posición relevante. Ten seguro que nunca lo olvidaré”.
¿Si pudieras dirigirte a ellos, qué quisieras decir a los niños y jóvenes en nuestra Latino-América para que aspiren a llegar como tú has llegado a las Ligas Mayores?, fue mi siguiente pregunta: “Les recomiendo que jueguen beisbol con seriedad, con disciplina y con toda la concentración posible. . Esto último es algo fundamental en cualquier cosa que uno quiera realizar.
Cientos de miles de niños sueñan con ser ligamayoristas en todos los países donde se practica el beisbol y Altuve fue uno de ellos en Venezuela: “Yo creo que siempre lo soñé. Jugué beisbol incansablemente en todas las categorías que se tienen que atravesar para llegar a las Mayores. Y ahora que lo logré, trabajo durísimo para permanecer en ellas con éxito”.
A través de los años algunos de los beisbolistas de habla hispana dejan a un lado la comunicación con sus países de origen, pero otros no, más bien mantienen una devoción especial hacia ellos. Veamos lo que dice José al respecto: “No pierdo comunicación con todos los muchachos con quienes jugué en mi país. Sigo siendo amigo de ellos y me encanta mantener este tipo de relación”.
Entre 2013 y 2014 Altuve bajó el número de ponches de 85 a 53. ¿Cómo se las arregló para lograrlo? “Lo hice comprendiendo cual era mi tipo de juego en las Grandes Ligas. Yo no soy pelotero que conecta muchos jonrones. Mi trabajo es poner la pelota en juego y tratar de llegar a primera base. Creo que por eso no me poncho tanto”.
¿Te gustaría volver a jugar en Venezuela”, le pregunté: “Sí claro. Para un pelotero jugar en su país es algo muy bonito y no pierdo la oportunidad de volver a jugar en la tierra donde nací”.
Esta pregunta no podía faltar: ¿Qué recuerdos tienes del Magallanes? “Tengo los mejores recuerdos porque cuando jugué con ellos me hice mejor pelotero. Esto me sirvió para poder jugar en las Mayores. Espero jugar con ellos otra vez porque es mi equipo”. El club Magallanes forma parte de la Liga de Beisbol Profesional de Invierno en Venezuela.
José expresó más de una vez su deseo de jugar en postemporada y de seguir como van los Astros al momento de hacer esta nota, a lo mejor se le hace: “Creo que tenemos todo el chance del mundo este año y con el favor de Dios es posible que logremos hacerlo porque tenemos un equipo consistente”.
Riéndome le pregunté qué sería lo primero que haría si los Astros lograran ganar la Serie Mundial: “No lo sé, porque eso es adelantarnos a los acontecimientos, pero sería una total felicidad o un sueño hecho realidad”.
A miles de personas les gusta Houston y parece que a José también. Veamos lo que dice de la ciudad donde es el jugador mimado: “Lo que me gusta más es la fanaticada que nos apoya. Cuando el club estuvo de capa caída, los fanáticos siempre vinieron al estadio a respaldarnos y darnos aliento. Ahora que estamos ganando, también están aquí. Es una afición incondicional”.
¿Y la meta que José desearía lograr como Astro? “Es llegar a la Serie Mundial y ganarla”, dijo con voz fuerte. “Creo que la meta no sería solamente mía, también la de nuestra organización”.
Se ha vuelto de moda en las Mayores usar los uniformes del pasado para rendirles pleitesía en fechas conmemorativas. Uno de los más populares de los Astros es el de los colores del arco iris: “Sí claro, me gustan todos los uniformes que se usaron en el pasado porque son como nuevos para nosotros. Aunque los lucimos por un día. El del arco iris me gusta mucho”.
He oído de fuentes fidedignas que los aspirantes de beisbol en Nicaragua se topan con entrenadores y busca talentos que les dicen que el beisbol es sólo para gente de gran estatura. Quisiera saber tu opinión al respecto: “Yo creo que no le deben dar importancia y dedicarse a entrenar duro. A mí me decían que era muy pequeño y yo no les hice caso y seguí trabajando con ahínco y devoción”
¿Cómo has reaccionado a través de tu vida a expresiones que podrían haberte desalentado?, fue mi última pregunta: “Cuando hay alguna crítica de algo que creen que no puedes hacer, tómalo más bien como un empujón que te dan hacía el éxito. Eso fue lo que yo hice y ahora estoy en las Grandes Ligas”, terminó diciendo José Altuve percibido por los fanáticos como el pequeño gigante de los Astros de Houston.
Todos los beisbolistas como Stan Musial o José Altuve, nunca cambian su manera de ser con el estrellato.
José firmó una extensión de contrato de cuatro años el 13 de julio de 2013. Esto permitirá que permanezca en el uniforme de los Astros hasta 2017, inclusive.
Durante la temporada baja, José y su esposa Nina residen en Maracay, Venezuela.