De conformidad al documento preliminar elaborado por HKND, publicado en la página web de LA PRENSA y denominado como: “HKND Canal Interoceánico”, 2,000 equipos pesados, de diversa naturaleza, estarán involucrados en la construcción de las obras del Canal Interoceánico por Nicaragua y, para la operación de estos equipos, se requerirá la bicoca de: 4 millones de litros de diesel y 1 millón de litros de bunker para las dragas.
Cabe señalar que la construcción del Canal significará una excavación en tierra, en las salidas a los océanos y en el cruce por el lago, del orden de los 5 mil millones de metros cúbicos, de los cuales, 715 millones corresponderán al lago Cocibolca. Y que para dicha excavación serán necesarias 400 toneladas de explosivos.
En cuanto a la construcción de dos juegos de esclusas y sus piletas de reciclaje, ambos denominados como Brito y Camilo Ortega, respectivamente, se necesitarán 15 millones de metros cúbicos de concreto y 1 millón para otras obras del proyecto. En este sentido, resulta interesante mencionar que en la elaboración del concreto, se utilizará la no despreciable cantidad de 5 mil millones de toneladas de cemento hidráulico. También serán requeridas 496 mil toneladas de acero de refuerzo y 226 mil toneladas de acero estructural, para todas las obras del proyecto.
Por otra parte, para los enrocados que servirán de protección al Canal en las entradas por el océano y por el lago, se utilizarán 2.8 mil millones de metros cúbicos de gravas y rocas. Y, para los rellenos del Canal, los caminos de acceso, las esclusas y puertos, se necesitarán 79 millones de metros cúbicos de material selecto.
Obviamente, a como se infiere de la magnitud de sus obras, este megaproyecto, de construirse, significará para Nicaragua, en lo económico, en su naturaleza y en lo social, para bien y/o para mal, un impacto espectacular.
En el mismo documento de HKND, se puntualiza que el proyecto demandará cerca de 50 mil trabajadores y que los nicaragüenses tendrán una participación del 50 por ciento. En el documento no se precisa una posible capacitación para el personal nacional.
Y cuando se aborda el tema de la excavación en el lago, se dice que no se requerirán explosivos, pues hasta la máxima profundidad del canal (30m), los materiales pueden ser removidos por dragas sobre barcazas; dichos materiales consisten de sedimentos finos en los primeros 5m y, el resto son suelos y rocas sedimentarias poco consolidados. De manera que para la excavación se traerán desde Corinto, a los extremos del cruce, pequeñas dragas que excavarán, en dos frentes, hasta los 18m.
Y, la última etapa del dragado, hasta los 30m de profundidad, se hará con dragas más grandes que entrarán navegando desde el pacífico, cuando se termine el tramo de canal entre Brito y las Lajas. Los sedimentos finos, de conformidad al documento, no producirán turbidez en el agua, por cuanto serán depositados por las dragas en tres islotes de casi 30 km2 que se construirán cerca de las costas de El Tule y Las Lajas. El resto de la excavación conformará un cordón subacuático paralelo al Canal, para que no interrumpa la navegación en el lago.
Adicionalmente, se hace énfasis que para la operación del Canal será requerido un caudal máximo de 60 metros cúbicos por segundo, el cual, sobradamente, será aportado por la cuenca del río Punta Gorda, sin requerirse agua del Cocibolca, en consecuencia el problema del lago no será en la cantidad sino en la calidad del recurso que, potencialmente, inhibiría su utilización para consumo humano, irrigación, hidroelectricidad, turismo, etc.
Y dado que el informe antes señalado es de carácter preliminar y se pretende construir el Canal en un periodo poco creíble de cinco años, utilizando el procedimiento de “diseñando y construyendo en la marcha” (fast track method), deduzco que los datos recolectados, de gabinete y de campo, sobre los que se han estimado las cantidades ya referidas, no son suficientes y cualquier cosa podría ocurrir durante la construcción del proyecto, como es el caso, que se requieran explosivos para las excavaciones y se ponga en riesgo la ecología subacuática del lago y la calidad de sus aguas.
EL AUTOR ES INGENIERO
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