Las expresiones “riesgo de muerte” o “riesgo para la vida”, y no “riesgo de vida”, son las apropiadas para expresar que una persona corre el peligro de morir. Es impropio, aplicarlo a algo positivo, como en “riesgo de vida”, pues el riesgo que se corre es el de perder la vida y no el de vida en sí. Probablemente sea un cruce con giros próximos como “la vida corre riesgo” (es decir, corre peligro) o “arriesgar la vida”. www.fundeu.es
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