Emociones, risas y aplausos sigue coleccionando la obra La Chinfonía Burguesa, llevada a la Sala Experimental Pilar Aguirre del Teatro Nacional Rubén Darío por la Comedia Nacional de Nicaragua, fundada por Socorro Bonilla Castellón.
La obra, dirigida por Esrasmo Alizaga, es una burla al espíritu burgués y fue representada por artistas de amplia y destacada trayectoria: Mayra Bonilla (Norberta Tuerta), Aníbal Almanza Sirias (Don Chombón), Marina Obregón Alemán (Doña Chomba), Zaida Urbina Silva (Fifí), Xavier Espinoza (El Pueta) y Elisa Picado (La Muerte), en la compañía de jóvenes relevos de la Escuela Nacional de Teatro.
Escrita por los poetas vanguardistas de Granada, José Coronel Urtecho y Joaquín Pasos, la obra expone a una familia adinerada, su egoísmo, individualismo, su amor al mercantilismo, su apatía a lo nacional, su mal gusto a lo artístico y su relación irreconciliable entre la poesía y burguesía.
LOS PERSONAJES
Toma relevancia a lo largo de la puesta en escena la presencia de Fifí (Zaida Urbina Silva) que se enamora de El Pueta y se casa con él, tiene como hijo un garrobo, símbolo impuro entre la poesía y los burgueses.
Al mismo tiempo la actuación de Aníbal Almanza Sirias (Don Chombón) es extraordinaria dejando claro el dominio de los diálogos, excelente vocalización, su presencia escénica y su habilidad en los bailes.
No obstante, la aparición de Marina Obregón Alemán (Doña Chomba), es impresionante, sorprendente, es avasalladora, deja al descubierto a esa mujer fuerte, que quiere tragarse al mundo, comérselo poco a poco, esa devoradora que solo busca el beneficio para sí misma y “solo llenar su barriga”.
Para Obregón “es un reto este personaje por su corpulencia, agudeza y por su fuerza. Doña Chomba, como la madre de Fifí, que siempre está iracunda por todo, y que representa el dominio sobre la hija”, explica.
A lo largo de la puesta en escena, Mayra Bonilla (Norberta Tuerta), aparecerá como un personaje marginal y morboso, pero determinante en su papel, la empleada que deja abierta la puerta para que la Fifí reciba al novio cuando los padres no están en casa. Bonilla es singular en su papel y representativa de lo que pasa en los círculos burgueses.
La actuación afable y lúdica de Xavier Espinoza (El Pueta), acude a coloquios que surgen de la parodia. Así como la aparición de Elisa Picado (La Muerte) que es “fuerte sorda y gorda”, y que juega un rol en el desenlace del teatro.
También se distinguen con un teatro de lo absurdo los jóvenes relevo, los muebles que hablan, Paola Pinell (Silla Paquilla), Edwin Chávez (Sillón Chon), Franklin Carter (Sofá Saba), Ruth Ruiz (Butaca Paca) y María Rosa Alizaga (Pianola Manola), que “si no la tocan, se toca sola”. Una obra en la que se valen de la rima de la poesía popular para darle una musicalidad y un ritmo dramático.
“Nacionalismo de las vanguardias igualmente proponía una condena del espíritu burgués reñido con suposición tradicional que reivindicaba la herencia patriarcal y agraria”.
Jorge Eduardo Arellano, escritor.
EL FINAL
Al terminar el espectáculo Aníbal Almanza tomó la palabra y destacó la presencia del relevo generacional que les acompañó.
También recordó la labor de Socorro Bonilla Castellón, “ella no sembró en vano, sino que dejó algunos hijos que estamos haciendo teatro en este país y que no es fácil”, destacando así el aniversario de los cincuenta años de la Comedia Nacional y el apoyo de algunos patrocinadores.
La Chinfonía Burguesa ha llegado a los escenarios doscientas veces, por la Comedia Nacional de Nicaragua, fundada en 1965 y cuya interpretación dramática es considerada uno de los pilares del teatro nicaragüense.
“La Chinfonía Burguesa es además el primer intento de hacer un teatro nacional en correspondencia a la estética vanguardista, que se caracteriza por la experimentación escénica, integrando elementos populares: rimas, trabalenguas, atabales y bombas”.
Isidro Rodríguez, actor.
La moral hipócrita
José Coronel Urtecho y Joaquín Pasos construyen los personajes de La Chinfonía Burguesa a partir de una moral hipócrita. Es por eso que cuando la muerte se los viene a llevar a todos Don Chombón le entrega a su mujer: Don Bombín no solo es hipócrita sino simboliza la falsa cultura de burguesa granadina, cuya imagen familiar se mira y se retoca en el espejo burgués europeo.
Los personajes están vacíos de toda identidad cultural nativa. Sus muebles y sus ropas son importados de Europa, viven en una ostentación falsa que la llena de un mal gusto convirtiéndose en copia, en una caricatura de lo que no son.
TOME NOTA
La Chinfonía Burguesa se presenta el próximo 26 de agosto a las 10:00 a.m., 2:30 p.m. y 7:00 p.m. en la Sala Pilar Aguirre del TNRD. Entrada: 100 córdobas.
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