Después de visitar las cárceles de Rivas, Granada y Boaco, el obispo de la Diócesis de Granada, monseñor Jorge Solórzano, concluyó que los reclusos se encuentran en condiciones deplorables, que afectan la dignidad de los privados de libertad.
Afirmó que hay celdas tan pequeñas y repletas, como las preventivas de Rivas, donde la capacidad es para setenta detenidos y el día que visitó este sitio encontró que estaban recluidos 311 privados de libertad.
“La dignidad humana está mal, en una celdita tan pequeña los prisioneros no pueden ni sentarse, tienen que estar de pie porque está muy repleta, esas condiciones no son dignas de la persona humana”, detalló el obispo Solórzano.
TAMBIÉN EL PENAL ESTÁ LLENO
De acuerdo con el obispo granadino, la visita a los privados de libertad significa cumplir con el evangelio Mateo 25: “Estuve preso y no me visitaron y en el encarcelado encontramos a Cristo, por eso la Iglesia (católica) tiene un capellán de las cárceles en cada uno de los departamentos de la Diócesis, para dar ese apoyo espiritual a los detenidos”.
Solórzano apuntó que el hacinamiento de las cárceles tanto de Rivas, Granada y Boaco es similar e indicó que en el caso de Rivas las cárceles se han llenado porque en el Sistema Penitenciario ya no alcanzan más prisioneros.
Solórzano se refirió a esta situación de los privados de libertad luego de ser consultado por LA PRENSA, al concluir su primera visita a la iglesia de Sabanagrande en el municipio de Potosí, Rivas.
1,095 privados de libertad hay en el Sistema Penitenciario de Granada, mientras que en las celdas preventivas de la Policía hay 356 reos, algunos ya purgando penas. En el caso del Penal la capacidad es para trescientos reos.
También el Penal de Granada
En el Sistema Penitenciario de Granada y en las preventivas de la Policía el hacinamiento es evidente. En el caso de las celdas preventivas se construyeron más celdas y ahora hay veinte, antes eran solo ocho.
Una fuente, quien solicitó no se le identificara, confirmó que el hacinamiento se traduce en problemas de salud de los reos, los que en muchos casos no son atendidos oportunamente, hay incluso quienes padecen enfermedades terminales. En el Penal hay casos de chikungunya, dengue y malaria.
Este sitio ha tenido cuatro alcaides en menos de tres años y ninguna autoridad brinda declaraciones sobre la situación.
En el Penal hay reos de Masaya, Granada, Carazo y Rivas.
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