El cártel de Sinaloa aumentó su poder en los casi 17 meses que permaneció en prisión su líder, Joaquín “El Chapo” Guzmán, según un diagnóstico de la Fiscalía mexicana divulgado ayer por el diario El Universal.
“El Chapo” fue capturado el 22 de febrero de 2014 en Mazatlán, en el noroccidental estado de Sinaloa, y recluido en la prisión de máxima seguridad del Altiplano I (Ciudad de México), de la que escapó el 11 de julio pasado a través de un túnel de 1,5 kilómetros de largo.
Durante el periodo en el que estuvo recluido, la organización criminal amplió su presencia de seis a siete estados (Chihuahua, Sinaloa, Durango, Coahuila, Baja California, Baja California Sur y Sonora) y las células de ocho a diez.
Según el diagnóstico de la Fiscalía con fecha del 30 de junio pasado, la actividad de los cárteles de drogas registró cambios en el último año y, aunque aún operan nueve organizaciones, el número de células criminales en el país descendió de 43 a 36.
Los Zetas y los Caballeros Templarios perdieron terreno durante este periodo, en tanto que otras organizaciones, como el Cártel Jalisco Nueva Generación, se mantienen intactas.
60
millones de pesos mexicanos (unos 3,6 millones de dólares) ofrece como recompensa el Gobierno de México por cualquier información que lleve a la captura de “El Chapo”. EE. UU ofrece otros cinco millones de dólares.
Ver en la versión impresa las páginas: 12 A