Escocia decidió prohibir el cultivo de organismos genéticamente modificados (OGM) en su territorio, con el fin de preservar su “estatuto verde y limpio”, anunció el gobierno escocés.
Escocia aprovecha así una nueva norma de la Unión Europea (UE) que permite a los países miembros rechazar a nivel individual el cultivo de ciertas cosechas de OGM autorizadas por la UE.
“El gobierno escocés presentará dentro de poco una solicitud para que se excluya a Escocia de cualquier autorización europea para el cultivo de OGM, incluyendo la variedad de maíz genéticamente modificado que ya está aprobada y otros seis cultivos OGM que se encuentran a la espera de autorización”, explica un comunicado.
El Parlamento Europeo aprobó en enero una decisión por la que cualquier país de la UE puede oponerse al cultivo de OGM en su territorio alegando motivos socioeconómicos, medioambientales o de planificación del territorio, incluso aunque Bruselas haya autorizado su cultivo en el territorio comunitario.
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