A sus 73 años, Reynaldo Díaz Sarria, mercadotecnista y abogado, se revela como escritor tardío de relatos cortos de amor y tragedias, ambientados en la memoria de Managua, Bluefields y otros países.
Sobre sus quince cuentos, de Hashira, la afgana, el escritor Erick Aguirre Aragón, valora que este septuagenario autor “es un narrador tardío, maduro, inédito, y auténtico”.
El autor escribe cuentos entretenidos para “adultos” por su contenido histórico, razón por la cual también invita a los jóvenes a su lectura y relectura para lograr una mayor compresión de estos cuentos aparentemente sencillos, pero cargados de vivencias.
Celular, su primer cuento
Sarria nació en Catarina un 6 de enero de 1942, su madre fue Elia Sarria, originaria del valle Las Mayorga, Posoltega y su padre el telegrafista salvadoreño Jacinto Díaz Serrano.
De su abuelo, dice, fue el coronel Florencio Díaz, nacido en el siglo XIX, expulsado de su país porque le dio cien palos a un sacerdote que se metió a opinar en política. Este fue recibido por el ex presidente Anastasio Somoza García que lo aceptó como “asilado político”.
El oír estas historias sorprendentes sobre su abuelo y otros personajes; leer los telegramas y cartas postales en la oficina de telégrafos donde trabajaba su padre le abrieron el interés por las historias cortas y anecdóticas.
Esto lo animó a escribir en 1999 su primer cuento el Celular, publicado en La Prensa Literaria. “Este relato de ficción es ambientado en los días de las diligencias y telégrafos del siglo XIX, pero también en el presente”, dice Sarria.
De su cuento Hashira, la afgana , —que da título a su libro— lo escribió en Estados Unidos y parte de una historia real. Es de la vida de su sobrina Marisa Prado quien se casó con el musulmán Walis Arkachaise.
Su narrativa es ficcionada con el personaje de Hashira, la afgana, comprometida desde los siete años en matrimonio con un primo. Esta se enamora de un nicaragüense que conoció en Tokio y urde un plan para deshacer este lazo cultural y se entrega al joven, a pesar del temor de ser lapidada por los fanáticos.
Otros de sus cuentos, dice Sarria, es Doña Leono r, relato de una viuda que vive en Managua de 1940 que conoce al viudo Mister Kerr, con quien tiene furtivo romance que la apasiona y deja triste. Otra historia pasional que trae el libro es Tulipanes de amor , un relato en contexto de la segunda guerra mundial.
Relatos de tragedias aéreas
El vuelo 414, es una crónica ficcionada sobre la tragedia del accidente aéreo del avión, un Boeing 727-224 de Tan-Sahsa, en el cerro de Hula, de Honduras.
De 138 pasajeros sobrevivieron solo 15. “Ahí murieron mi hija Cela, mi nieta Elba Yanina y mi exsuegra María Castillo”, dice Sarria. Este hecho trágico es visto como la mayor tragedia ocurrida en Centroamérica. En el cuento de Sarria el avión es un Boeing 727-200.
El otro cuento es El último vuelo del avión carnicero, este relata el vuelo del avión Curtiss C-46 de la compañía área Lanica.
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