La obesidad puede producir trastornos del sueño como insomnio, ronquidos, apnea y viceversa, es decir, que el insomnio aumenta considerablemente los riesgos de padecer de sobrepeso y obesidad.
¿Quiere saber por qué? Según los miembros del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición, de España, el insomnio altera los ritmos circadianos y es más peligroso en la infancia, donde una hora más de sueño puede hacer la diferencia entre un niño obeso y un niño sano, según los científicos.
Esto sucede porque las personas tienden a comer más cuando no duermen bien y los trastornos del sueño interfieren con los mecanismos de control del metabolismo que regulan el apetito y los niveles de actividad física, factores claves en el mantenimiento del peso corporal .
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