Una sensación en el estómago está programada para hacernos sentir hambre . Esos momentos de angustia y real dolor por hambre son ocasionados por la hormona conocida como grelina , que se secreta cuando el estómago está vacío.
Este momento de ansiedad puede ser torturante, pero tiene sus beneficios, pues hace que detectemos mejor los olores y que a largo plazo que se afine el sentido del olfato.
Un estudio de la Universidad de Cincinnati encontró que el hambre agudiza el olfato como método innato para localizar comida.