El taxista Martín Amador Urbina admitió ayer traficar con extranjeros ilegales, a quienes les buscaba alojamiento y les proveía alimentos, mientras los sacaba de Nicaragua por puntos ciegos de la frontera con Honduras, para que estos siguieran su travesía hasta Estados Unidos.
Según la Fiscalía, Amador venía desempeñándose como “coyote” interno desde febrero de este año, pero fue hasta el mes pasado que lo capturaron con tres dominicanos, a quienes trasladaría hacia la frontera con Honduras en buses de excursión. Por este hecho, el Ministerio Público lo acusó de tráfico de migrantes.
En audiencia de anticipo de prueba, los dominicanos expresaron a la juez Indiana Gallardo que habían hecho trato con Amador para el traslado hacia el norte por 750 dólares cada uno. Además aseguraron que los trataba “chévere”, porque les buscaba hotel y alimentación.
También dijeron que desde República Dominicana les habían recomendado a Amador e incluso les habían mostrado una fotografía de él.
ADMITE HECHOS
La fiscal Inés Miranda, también ofreció como prueba, informes de la Wester Union donde el acusado llegaba a retirar dinero de los extranjeros, asimismo informes de llamadas telefónicas. Ante tal avalancha de pruebas, el procesado prefirió admitir los hechos.
LECTURA DE SENTENCIA
Después del debate de pena, la Fiscalía pidió ocho años y ocho meses de prisión, por considerar como circunstancia grave el hecho de pertenecer a una organización internacional de tráfico de migrantes ilegales, más ochocientos días de multa para Martín Amador Urbina y su hijo Alexander Amador.
Por este último, la defensa solicitó se exima de responsabilidad, porque ningún testigo lo señaló y porque ese día que capturaron a su papá él solo andaba de acompañante, porque lo andaba visitando, ya que no vive con él.
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