El vicario pastoral de Familia, Vida e Infancia de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio Fonseca, se unió ayer a las voces que demandan el cierre de las celdas de El Chipote.
“Son fuerzas tenebrosas que tienen que erradicarse de nuestro país. El año pasado los obispos de Nicaragua solicitaron el cierre de El Chipote”, señaló Fonseca.
El religioso se mostró esperanzado en que esa demanda sea escuchada, pues indicó que “los obispos encarnan los sufrimientos del pueblo nicaragüense”.
Sobre los señalamientos de supuestas torturas aplicadas a los detenidos que han sido conducidos a esas celdas policiales, Fonseca dijo: “Es condenable desde todo punto de vista, todos tienen derecho a ser respetados, que las ideas se defiendan con ideas y nunca torturando a las personas, porque eso ofende a Dios y ofende a las personas y a la sociedad. Y son males que hay que erradicar de nuestra historia nacional”.
La CPDH promovió ayer un foro testimonial sobre El Chipote. El secretario ejecutivo de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Marcos Carmona, instó a los diferentes sectores de la sociedad a que se unan a la iniciativa de demandar el cierre de esas cárceles.
Octavio Ortega, del Consejo Nacional en Defensa de la Tierra, y el editor de la sección de Opinión, del Diario LA PRENSA, Luis Sánchez Sancho, fueron dos de las personas que brindaron su testimonio sobre su pase por esas celdas.
OÍDOS SORDOS
Marcos Carmona indicó que cerrar estas celdas sería garantía de respeto a los derechos humanos de los detenidos en el país.
Esas celdas ya tienen más de 85 años y en 1981, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recomendó su cierre, por el tipo de infraestructura, hacinamiento e higiene.
Pero 34 años después ninguno de los últimos gobiernos escucharon recomendación.
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