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Milton López Norori

Cuidando a los adultos mayores

Saludo a las personas adultas mayores en su día. Hoy es el Día Internacional de las Personas de Edad.

Llegar a esta edad o etapa de la vida, no solo debe ser entendido como ganar más años a la vida, sino más vida a los años. Los años en nuestra vida pasan y con gran significado, cada etapa está llena de aciertos y desaciertos, de ganancias y de pérdidas, de éxitos y de fracasos. Las personas adultas mayores llegan a ser personas realmente no solo por su propia historia, sino por las personas de quienes reciben cuidados. Quienes cuidan a una persona adulta mayor o a un paciente que necesita de asistencia, contribuyen, en estos últimos a vivir con mayor bienestar. Cuando vemos a una persona adulta mayor o a un enfermo, podemos valorar directamente el tipo de cuidados recibidos. Los cuidados recibidos por un buen cuidador es proporcional a un mejor estado de bienestar de la persona que recibe cuidados: dime cómo está el enfermo y te diré qué cuidador tiene.

Los cuidados formales e informales realizados por cuidadores profesionales o no, también deben ser reconocidos no solo como trabajadores dignos, sino también como personas con derechos. A lo largo de los últimos veinte años se ha demostrado que las familias y la sociedad actúa con negligencia al dejar la mayor carga asistencial en manos del cuidador, el olvido por los límites humanos en el cuidado y la falta de políticas que promuevan el cuidado para los cuidadores. Y no es para menos hablar de los y las cuidadores, quienes han sido caracterizados en muchos trabajos de investigación y en los que se demuestra que los cuidados tienen rostro de mujer. Son las mujeres las que generalmente brindan cuidados a sus seres queridos, amigos o vecinos. Pero esta acción es aun más heroica cuando mujeres de mediana edad no reciben salarios ni ayudas para cuidar a sus seres queridos, descuidan su propia salud física y psíquica, no cuentan con empleos formales y encima de todo, no duermen bien y son incomprendidos y a veces maltratados por la propia familia. Cuidar a un paciente no es para menos. Exige de mucho compromiso de parte del cuidador pero también de comprensión de la familia y del propio paciente cuando está capacitado mentalmente.

La mayoría de nuestros adultos mayores continúan viviendo en sus propios hogares pero no siempre vivir en su propio hogar es sinónimo de bienestar. En muchos hogares nicaragüenses, los propios familiares asumen el cuidado de sus mayores y en una situación de pobreza, viviendo en condiciones precarias que no les permite adquirir medicinas o pañales para el cuidado diario o brindar alimentos a sus enfermos en calidad y cantidad adecuados. Por lo tanto, el trabajo de los cuidadores debe ocupar un lugar prioritario en las políticas de Estado y debe ser visible frente a la sociedad y ante nosotros que ignoramos o nos comportamos con indiferencia ante las necesidades de pacientes y cuidadores.

¡Celebremos juntos a las personas adultas mayores en su día!, pero no olvidemos a sus cuidadores.

El autor es médico Gerontólogo.

Opinión adultos mayores archivo

COMENTARIOS

  1. Alejandro Gallard-Prio
    Hace 8 años

    Le felicito, estimado doctor y le ruego continuar en su lucha protectora de la calidad de vida de los adultos mayores. Soy testigo de sus esfuerzos y espero que su salud, animo y profesionalidad le acompañe siempre. Su articulo toca un elemento muy imporante, el cuido profesional de los ancianos en sus casas, el cual no se puede encomendar a inexpertos. Su labor es loable. Gracias! Estoy visitando hijos en los USA, en la actualidad estoy en New Orleans. Un cordial abrazo!

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