En las tres semanas anteriores, el Consejo Editorial de LA PRENSA recibió por separado a los precandidatos presidenciales de la Alianza Liberal, Republicana y Sindical, que encabeza el PLC de Arnoldo Alemán. En esas visitas, Noel Vidaurre, Maximino Rodríguez y Miguel Rosales explicaron sus motivaciones y proyectos y por qué cada uno de ellos cree que debe ser el candidato de la mencionada alianza electoral.
Que recibamos y escuchemos a estos personajes políticos no quiere decir que los avalemos, ni que simpaticemos con alguno de los partidos que representan. Esto es preciso aclararlo, porque algunas personas nos han dicho que al recibir a esos precandidatos le hacemos el juego a Arnoldo Alemán y su proyecto de colaboración prebendaria con la dictadura de Daniel Ortega.
Pero no es así. LA PRENSA es un periódico independiente, democrático y pluralista, abierto a todas las expresiones políticas de la sociedad. De manera que cuando surjan otros candidatos presidenciales, del partido o alianza que sea, los invitaremos o aceptaremos su solicitud de reunirse con nosotros para informarnos sobre sus aspiraciones y planes políticos. Inclusive con Daniel Ortega, que probablemente se presentará para otra reelección el próximo año; o con su esposa Rosario, quien al parecer tiene esa pretensión considerando cierta propaganda oficialista; o con quien quiera que fuese el candidato del FSLN, el Consejo Editorial de LA PRENSA está abierto a reunirse con él y escucharlo.
LA PRENSA tiene muy claro lo que ha significado y significa Arnoldo Alemán en la vida política reciente y actual de Nicaragua, así como lo que pesa su padrinazgo en el PLC para los candidatos de este partido y su alianza. Pero nuestra obligación, como medio de comunicación social, es reconocer la realidad objetiva de la política nicaragüense sin excluir ni avalar a nadie. Nuestro único compromiso es con los valores de la libertad y la democracia que defendemos y representamos.
También tenemos claro que mientras no haya cambios sustantivos en el sistema electoral y sobretodo en la voluntad política de quienes detentan el poder, no hay ninguna posibilidad de que las elecciones del próximo año pudieran ser justas y transparentes.
Pero igualmente entendemos que así como nuestra función es informar y opinar incluso en las circunstancias más desfavorables —lo cual hacemos a pesar de que no existe en Nicaragua un ambiente de verdadera libertad de prensa—, del mismo modo el rol de los partidos políticos es hacer política, aunque no haya en el país condiciones favorables para el ejercicio de los derechos ciudadanos y sobretodo libertad para competir por el poder.
Es responsabilidad de los políticos determinar si vale la pena, o no, participar en unas elecciones sin garantías de honestidad y transparencia. Esta es una decisión que deben tomar los partidos opositores, sean verdaderos o simulados. Nosotros solo debemos escuchar a los actores políticos y opinar lo que consideremos válido y oportuno.