Por considerarlo de interés global y de importancia para gobiernos y ciudadanos, deseo puntualizar las aportaciones del discurso profético y pastoral del papa Francisco en la tarima del Congreso de los Estados Unidos (EE. UU.), incluyendo invitados especiales de esa poderosa nación.
1. La sociedad política perdura si se plantea como vocación para fortalecer las necesidades comunes, favoreciendo el incremento de todos sus miembros, especialmente de los que están en situación de mayor vulnerabilidad o riesgo.
2. Me gustaría dialogar con todos esos jóvenes que luchan por sus nobles y altos deseos, que no se dejan atomizar por ofertas fáciles; saben enfrentar situaciones difíciles, fruto muchas veces de la inmadurez de los adultos.
3. En un momento en que conmemoran el aniversario de algunos ilustres americanos, que aportaron con trabajo, abnegación y hasta con su propia sangre por forjar un futuro mejor: Abraham Lincoln, Martin Luther King, Dorothy Day y Tomás Merton.
4. Todos conocemos y estamos sumamente preocupados por la inquietante situación social y política de nuestro tiempo. El mundo es cada vez más un lugar de conflictos violentos, de odio nocivo, de sangrientas atrocidades, incluso en el nombre de Dios y de la religión.
5. Esto nos exige estar atentos frente a cualquier tipo de fundamentalismo de índole religiosa o del tipo que fuere. Combatir la violencia, proteger la libertad de las religiones, de las ideas, de las personas. Un mundo contemporáneo con sus heridas que sangran.
6. Nuestra respuesta, en cambio, es la esperanza y la reconciliación, de paz y de justicia. También en el mundo desarrollado las acciones injustas aparecen con mucha evidencia. Hay que volver la esperanza, corregir injusticias y mantener la fe en los compromisos.
7. Ir hacia adelante, juntos en un renovado espíritu de fraternidad y solidaridad; cooperando con entusiasmo al bien común. Una renovación del espíritu de colaboración, poner los talentos y recursos, respetando las diferencias y las convicciones de conciencia.
8. Erradicar las nuevas formas mundiales de esclavitud y de grandes injusticias que pueden ser superados con nuevas políticas y consensos sociales.
9. La política debe de servir a la persona humana que no puede ser esclava de la economía y de las finanzas. Recordar la marcha de Martin Luther King para realizar “el sueño” de plenos derechos civiles y políticos para los afroamericanos.
10. Nuestro mundo está afrontando una gran crisis de refugiados sin precedentes. Personas obligadas a viajar hacia el norte, en búsqueda de una vida mejor para sí y para los seres queridos. ¿Acaso no es eso lo que queremos para nuestros hijos?
11. Cuidemos de la tentación contemporánea: descartar todo lo que nos molesta. Busquemos para los demás las mismas posibilidades que deseamos para nosotros. El parámetro que usemos para los demás será el parámetro que el tiempo usara con nosotros.
12. La pasión por la justicia y la causa de los oprimidos están inspiradas en el evangelio. A los prisioneros de la trampa de la pobreza, debemos de ofrecer esperanza. La lucha contra la pobreza y el hambre ha de ser combatida constantemente, en muchos frentes.
13. La actividad empresarial que es una noble vocación debe mejorar el mundo para todos, en servicio al bien común. Necesitamos una conversación que nos una a todos.
14. Medioambiente. Ahora es el tiempo de acciones valientes para implementar una “cultura del cuidado” y una aproximación integral. Limitar nuestros poderes y tecnologías, con la contribución de instituciones académicas y las investigaciones. Combatir la pobreza, devolver la dignidad a los excluidos y para el cuido de la naturaleza.
15. Thomas Merton sigue siendo fuente de inspiración espiritual y guía para muchos. Hombre de oración, un pensador que desafió la certeza de su tiempo y abrió horizontes nuevos para almas y para la iglesia. Hombre de diálogo y promotor de la paz entre pueblos y religiones.
16. Cuando retomen el camino del diálogo, se abren nuevos horizontes para todos, pero requiere coraje, audacia y tomar el momento con espíritu abierto y pragmático.
17. Acabar con muchos conflictos armados que afligen nuestro mundo. ¿Por qué las armas letales son vendidas a aquellos que pretender influir con sufrimientos indecibles? La respuesta que todos conocemos es simplemente por dinero; un dinero impregnado de mucha sangre. Frente al silencio vergonzoso y cómplice es nuestro deber afrontar el problema y acabar con el tráfico de armas.
18. No puedo esconder mi preocupación por la familia que está amenazada, quizás como nunca, desde el interior y desde el exterior. Las relaciones fundamentales son puestas en duda y lo vulnerable de la familia son los jóvenes. Son nuestros problemas. Existe una estructura tal que empuja a muchos jóvenes a no poder formar una familia. Sin embargo, esa misma cultura concede a muchos otros tantas oportunidades.
19. Me he animado a esbozar algunas de las riquezas de su patrimonio cultural, del alma de su pueblo. Me gustaría que esta alma siga tomando forma y crezca, para que los jóvenes puedan heredar y vivir que ha permitido a muchos soñar. Que Dios bendiga a América. El autor es exasesor de la Dirección General de Educación, MED Central.
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