La Cámara Nicaragüense del Pan (Canipan) tiene grandes expectativas en pro de la exportación que impulsará la Agencia de Promoción de las Inversiones y Exportaciones ProNicaragua, como responsabilidad en su ley creadora aprobada el pasado martes.
“Tenemos que exportar (…), si nosotros queremos comprar maquinaria tenemos que obtener divisas y qué bueno sería que si nosotros exportamos hacemos un trueque ‘te vendo pan, mandame materia prima, mandame maquinaria, lo que otros países tienen y nosotros carecemos’”, dijo Juan Pablo Estrada, representante de Canipan.
Esta Cámara se integró ayer al Consejo Nicaragüense de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Conimipyme). Según Estrada, unirse les servirá para presentar propuestas al Gobierno y obtener beneficio para las panificadoras.
“Vamos a presentarles a través de Conimipyme la galleta escolar, que desapareció; la galleta escolar tiene un peso, es nutritiva y también queremos que todos nuestros panaderos se sientan representados”, expresó.
BUSCARÁN ALIVIOEN ENERGÍA
Una de las solicitudes que hará Canipan a través de Conimipyme es pedir una tarifa eléctrica especial para las panaderías, cuya alza fue en los últimos años “la cruz” de ese sector.
“La baja del combustible es un paliativo por las pérdidas que nos ha causado todos estos años la subida de la luz y la subida del azúcar, por eso no podemos bajar y mantenemos el precio, recuperando un poco”, dijo el representante de Canipan.
150 panaderías mipymes aglutina la Cámara Nicaragüense del Pan (Canipan), cuya proyección de crecimiento para este año es de seis por ciento.
El agremiado dijo que este sector tiene mucho por hacer en el desarrollo empresarial y laboral, más aún si no hay transnacionales que produzcan pan en el país.
“Tenemos que aprovechar las leyes fiscales que benefician al sector que no las tiene ningún país en Latinoamérica, excepciones de impuestos, exoneraciones y el apoyo que tenemos de todos los sectores, tanto gubernamentales como privados”, mencionó.
Por el abastecimiento de trigo, Estrada aseguró que no hay ningún problema pues los convenios de Nicaragua con Rusia se han mantenido sin afectarlos por tres años, congelando así el precio del grano y manteniendo la cantidad importada.
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