Cuando Jake Arrieta se quedó sin veneno en el brazo los Cachorros de Chicago se soltaron con seis jonrones y a palo limpio tomaron la delantera en la serie divisional ante los Cardenales de San Luis, al vencerlos 8 a 6.
Arrieta no fue anoche el imbateable tirador de la segunda mitad de temporada y permitió cuatro carreras limpias por primera vez desde el 16 de junio, limitando su trabajo en el box a 5.2 entradas, a pesar de propinar nueve ponches.
No obstante, justo cuando el “as” estuvo desafinado, la ofensiva de Chicago tuvo uno de los juegos más explosivos en la historia de las series divisionales, con la media docena de truenos.
Kyle Schwarber abrió el conteo con un bombazo solitario en el segundo episodio frente a Michael Wacha.
San Luis le dio vuelta al marcador 2-1 en el cuarto, pero jonrones de Starlin Castro en el cuarto y Kris Bryant y Antonhy Rizzo en el quinto recuperaron la delantera para los Cachorros, ahora con diferencia de tres (5-2).
Jason Heyward sacudió a Arrieta en el sexto para estrechar la pizarra a 5-4 y de paso aceleró la salida del seguro ganador del Cy Young de la Liga Nacional.
El bullpen de Chicago no ha sido una garantía a la campaña, así que el vuelacercas de Jorge Soler en el séptimo con uno en base ante Adam Wainwright y un tablazo solitario de Dexter Fowler contra Jonathan Broxton en el octavo fueron de enorme utilidad para proveer una ventaja considerable.
Así que el cuadrangular de Stepehn Piscotty en el noveno por San Luis no tuvo ninguna trascendencia.
Aunque no brilló, Arrieta se anotó su segundo triunfo de la postemporada, tras vencer a Pittsburgh en el juego de muerte súbita de los comodines. El perdedor fue Wacha, quien reafirmó que no pasa un buen momento.
Los Cachorros, que se fueron arriba dos juegos a uno en la serie, tienen la oportunidad de rematar hoy (2:30 p.m.) en casa, pero los Cardenales tienen depositadas las esperanzas de sobrevivir en John Lackey, quien ha sido un tirador dominante en playoffs.