Aparentemente el trasiego del ganado con droga que va desde Nicaragua hasta Honduras es del conocimiento de algunas autoridades de ese país desde 2012.
Esto se deduce del testimonio de un policía hondureño que en esa época fue investigado por la Inspectoría General de la Secretaría de Seguridad de ese país, por haber participado en algunos hechos de supuesta corrupción.
Se trata del policía clase 1, Nelson Gómez, según aparece en el expediente número 0029-2012, de esa secretaría, asignado a la patrulla de carretera de la jefatura departamental número 6, de Choluteca, cuya copia está en poder de LA PRENSA.
En el mismo se lee: “Los policías declararon que en Choluteca hay dos policías de Análisis …quienes son los encargados de cobrar el impuesto que pagan las jaulas que vienen cargadas con ganado de Nicaragua”.
“Este ganado se supone que trae la droga en la panza y esas jaulas son de un señor que supuestamente es narcotraficante”, señala el policía quien además menciona a una persona de apellido Pinto, quien dice “paga diez mil por cada rastra y pasan diario quince rastras”.
El caso del tráfico de droga en el ganado aparentemente no era la investigación central de las autoridades hondureñas en ese momento, sino que eran otras anomalías en las que habrían incurrido los uniformados, pero que tenían alguna relación con el narcotráfico.
Leonel Sauceda, vocero de la Secretaría de Seguridad de Honduras, consultado vía telefónica, alegó que esas investigaciones tienen algún nivel de secretividad, por lo que no puede emitir criterio. Desde 2014 LA PRENSA ha publicado estas sospechas del contrabando de ganado desde Nicaragua, con fines de trasiego de droga, pero ninguna autoridad lo ha confirmado.
22,000 cabezas de ganado se supone fueron sacadas desde las zonas montañosas del Caribe Sur, solo en un trimestre de 2014 , las que no fueron a parar a los mataderos del país, publicó LA PRENSA del 25 de agosto de ese año.