Dentro del hogar contamos con muchas oportunidades para hacer oficios de la casa con los hijos, para que ellos se vayan familiarizando con las tareas que les tocará hacer cuando sean mayores.
Los niños aprenden mejor viendo y haciendo lo que nosotros hacemos y les encanta colaborar, especialmente cuando se trata de cocinar. Ellos aprenden a su propio ritmo y en su propio tiempo por lo tanto mi consejo es apoyémolos con nuestra comprensión y paciencia.
Lo primero es comenzar elaborando recetas sencillas en las que ellos puedan participar en todo el proceso, cuidando por supuesto que el ambiente sea tranquilo y limpio y verificando que no haya objetos o muebles que representen un peligro para los pequeños.
¡Ojo! Las tareas de poner y quitar bandejas del horno o el manejo de ollas sobre el fuego de la cocina deben ser realizadas por una persona adulta.
Ahora bien, mientras cocinamos con nuestros hijos aprovechemos para enseñarles los valores nutritivos que tienen los alimentos (para que son buenos, que vitaminas tienen, etc.), de esa forma los vamos preparando para que sepan seleccionar en el futuro lo que les conviene comer. Asimismo los instruimos acerca del daño que ocasiona el exceso de sal o de azúcar en la dieta diaria. Eso es muy importante.
Es bueno que los hijos nos acompañen al supermercado, ya que es una oportunidad para que ellos se familiaricen con los nombres de las verduras y frutas, saber de dónde vienen, los precios y las cantidades que se compran.
También es importante que nos ayuden a desempacar y colocar los alimentos en los lugares correctos de la cocina y el refrigerador, esa es otra forma de ayudar en las labores del hogar.
A los niños les gusta involucrarse en la planificación y preparación de los alimentos; eso puede parecer trivial para nosotros pero para ellos es abrirles un mundo nuevo, donde hay oportunidades para que ellos exploren y ayuden en diferentes actividades como son: la elaboración de menús, la lista de compras, la selección de recetas, entre otras tareas en las que pueden participar y ser tomados en cuenta.
Recuerden amigos lectores que la cocina es una escuela para los niños, sepan aprovecharla y lo mejor de todo es que es una actividad que se puede compartir en familia.
¡Hasta el próximo artículo, buen provecho!