La Federación Alemana de Futbol (DFB) insistió ayer en negar cualquier tipo de “soborno” para conseguir la sede del Mundial-2006, afirmando que el controvertido pago de 6.7 millones de euros había servido para asegurar subvenciones de la FIFA, un argumento refutado por la instancia internacional.
“La atribución del Mundial-2006 se hizo por medios legales. No hubo una caja negra ni sobornos para obtener votos”, dijo el presidente de la DFB, Wolfgang Niersbach, en una conferencia de prensa en la sede de la DFB en Fráncfort.
Según Niersbach, los 6.7 millones de euros pagados a la DFB por el expatrón ya fallecido de Adidas, Robert Louis-Dreyfus, fueron en realidad transferidos a la FIFA en 2002, dos años después de la elección de Alemania para el Mundial-2006, con el objetivo de asegurar una subvención futura de 170 millones de euros de parte de la FIFA para organizar la competición.
Esas explicaciones suscitaron incomprensión entre los periodistas presentes, ya que Niersbach no lograba precisar de manera clara para qué sirvió ese pago de 6.7 millones de euros.
La explicación tampoco gustó a la FIFA, que respondió en un comunicado transmitido a la AFP: “Que el apoyo financiero a los Comités de Organización de las Copas del Mundo sea ligado a cualquier avance financiero (como hizo ayer la DFB) no corresponde a ningún procedimiento o regla en vigor en la FIFA”.
GRAN SUMA
6.7 millones pagó la Federación Alemana de Futbol a la FIFA en 2002, por lo que es investigada por sospecha de sobornos para los votos del Mundial 2006.