Los alumnos de diez escuelas de comunidades rurales, principalmente de multigrado, llegaron a Managua porque demostraron que ya leen con fluidez y además comprenden lo que leen. Por eso fueron los mejores de la campaña Vamos a leer, leer es divertido.
Este año 250 escuelas participaron en la campaña, que demostró esta vez que la mayoría de los niños participantes, aunque leen fluidamente, no comprenden lo que están leyendo, porque después de las lecturas “los maestros no les hacen preguntas para desarrollar la comprensión lectora”, apuntó Vanessa Castro, especialista en Educación.
“En la comprensión es donde fallamos. Los niños ya logran leer con fluidez, pueden leer hasta 40 palabras por minuto correctamente, pero cuando llegan a las preguntas (de comprensión) ahí es donde tenemos las dificultades. Yo supongo que es que no les hacen preguntas en sus casas, que no los acostumbran a pensar críticamente en la escuela, pero sí avanzamos en fluidez y no logramos ponernos en el mismo nivel en la comprensión lectora”, dijo Castro.
Los problemas de comprensión lectora inician en la casa, según la especialista, porque los padres de familia no acostumbran leer cuentos a sus hijos.
Pero el problema se agudiza más cuando los niños llegan a la escuela directamente al primer grado, porque “llegan con la deficiencia que causa la falta del preescolar”, reconoce el profesor Pascual Solano, de Nueva Guinea.
TODO INICIA EN EL HOGAR
“El problema de la educación es profundo. Yo no puedo culpar a nadie en particular, pero sí sé que comienza en el hogar. Si en la casa no le hablan a los niños o le hablan en chiquito… no tienen un buen desarrollo del lenguaje”, afirmó por su parte Castro.
“Nos cuesta este trabajo, la verdad no es fácil. Hemos avanzado un punto porcentual en relación con el año pasado, yo no siento que eso es todo lo que quisiéramos hacer, pero es lo que hemos podido hacer”, apuntó Castro.
Según las normas internacionales, un niño de primer grado debe leer 40 palabras por minuto, uno de segundo grado debe leer 60 palabras por cada minuto y 80 palabras es la cantidad que debe leer un estudiante de tercer grado.
LOS JUEGOS AYUDAN
Cuando los maestros juegan con sus alumnos dentro del aula y desarrollan la comprensión lectora mediante preguntas, estos además de “enamorarse” de la lectura, la comprenden.
Esta ha sido la estrategia de los multigrados, según el profesor Pascual Solano, de Nueva Guinea, porque los niños se entretienen más con las clases atractivas.
Estas actividades deben realizarse cada día para fomentar la lectura en los pequeños, dice la docente Ventura Herrera, quien coordina los círculos de lectura que promueve el Instituto para el Desarrollo y la Democracia (Ipade) en Siuna.
250 escuelas fueron evaluadas este año como parte de la campaña Vamos a leer, leer es divertido, que se ejecuta en el país desde hace seis años. Solo tres de ellos serán elegidos como los mejores.
Ver en la versión impresa las páginas: 2 A
