El Fondo Monetario Internacional (FMI) insistió ayer ante el Gobierno en la necesidad de reducir antes de 2017 las exoneraciones fiscales, focalizar más los subsidios eléctricos a los hogares más pobres e identificar medidas económicas para garantizar la viabilidad financiera de la Seguridad Social para afrontar posibles riesgos fiscales internos y choques económicos externos a mediano plazo.
Después de dos semanas de revisión de la economía, en el marco de la consulta del Artículo IV, la misión del FMI, encabezada por Gerardo Peraza, reiteró que este año el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá 4 por ciento, estimación que estaría por debajo del 4.3 y 4.8 por ciento que proyecta el Gobierno.
“Las perspectivas macroeconómicas son positivas. Para el 2015, se estima que el crecimiento del PIB será de 4 por ciento y, en buena medida como resultado de la baja en los precios del petróleo y los productos agropecuarios, la inflación se proyecta en 3.5 por ciento”, sostuvo Peraza.
Antes de intervenir el jefe de la misión, el presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Ovidio Reyes, dijo: “En general el FMI nos ha dicho que nuestra economía se encuentra robusta y que el grupo de políticas económicas dirigidas a fortalecer la seguridad financiera se encuentran adecuadas.
Eso coincide con los análisis que nosotros hemos venido haciendo en todo este tiempo y que también fortalecen nuestras proyecciones de mediano plazo dirigidas en aumentar el crecimiento y a mantener una inflación estable”.
El planteamiento de Reyes de aumentar la tasa de crecimiento de la economía a mediano plazo, sin embargo, no se ve reflejado en el Marco Presupuestario de Mediano Plazo, donde se prevé que será hasta 2019 cuando el PIB repuntaría 5 por ciento, mientras que entre 2016 y 2018 la expansión económica se moverá en el rango de 4.5 y 4.9 por ciento.
FMI INSISTE, PERO EL GOBIERNO NO HA ESCUCHADO
En el comunicado final, la misión del FMI señaló que aunque se prevé que el déficit del sector público consolidado disminuirá en 2016 y se mantendrá en ese nivel durante el resto de la década (en promedio, 2.6 por ciento del PIB), la reducción en las exoneraciones fiscales y la mejor focalización de los subsidios energéticos “son medidas necesarias para crear espacio fiscal en caso de que las vulnerabilidades fiscales y externas se materialicen”.
Pero esta no es la primera vez que el FMI insiste en que se deben reducir las exoneraciones y subsidios. Y aún así, el Gobierno en reformas fiscales recientes más bien retiró fecha de caducidad de los beneficios fiscales a los distintos sectores productivos que inicialmente contemplaba la Ley de Concertación Tributaria, así como algunos candados que se habían impuesto para aquellos sectores que querían retenerlos.
Una misión que visitó en marzo pasado el país precisó que si el Gobierno eliminara todas las exoneraciones “el potencial incremento de los ingresos (fiscales) puede llegar al 6 y 6.5 por ciento del PIB”.
En el caso del subsidio eléctrico, tras vencerse la vigencia de este en agosto pasado, el ejecutivo ordenó extender el mismo hasta 2018, pese a que el petróleo se encuentra en su nivel más bajo desde 2009.
FMI SE QUEDA EN LO MACRO
También del comunicado final emitido por la misión y en las declaraciones de Peraza se desprende que el “asesor de confianza” —calificativo que el Gobierno dio al FMI tras finalizar el programa económico en 2012— tampoco dio pistas al Gobierno sobre cómo lidiar con la galopante informalidad, que el año pasado pasó del 74.4 por ciento a 75.2 por ciento, según cifras del BCN.
El organismo tampoco dejó recomendaciones sobre cómo resolver problemas estructurales tan graves como la caída de la productividad; la baja inversión en educación como porcentaje del PIB (no alcanza ni el tres por ciento del Producto Interno Bruto); el aumento del desempleo en 2014 (del 5.7 por ciento al 6.8 por ciento) o el deteriorado poder adquisitivo de los trabajadores que todavía no alcanza el nivel de 2006. O bien el impacto de la alta dolarización de la economía en la competitividad y los salarios, los que en su mayoría se pagan en córdobas.
Al ser cuestionado por LA PRENSA sobre por qué el FMI se limita a destacar los buenos resultados macroeconómicos del Gobierno, pese a que los indicadores antes descritos están deteriorados y qué recomendaciones dieron, Peraza declaró: “Los únicos sectores que no tienen una protección cuando no hay estabilidad macroeconómica son los más vulnerables, entonces desde esa perspectiva el mantener la estabilidad macroeconómica es súper importante para mantener la condición de vida de los más vulnerables”.
Sobre la informalidad laboral Peraza —quien dijo que ese tema estuvo en la discusión y que se recogería en el comunicado final, pero al final no fue así— señaló que efectivamente esta problemática debe discutirse para que el país tenga mayores tasas de crecimiento.
En el caso de la crisis financiera del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), el comunicado recomienda que “hacia adelante se identifiquen medidas económicas para fortalecer la viabilidad financiera” de la seguridad social.
Sin embargo, Peraza agregó que todavía hay que esperar que se termine de aplicar el incremento de tres puntos en la tasa de la patronal para tener una visión más clara sobre las finanzas del Seguro Social, aunque reconoció que los gastos de esta entidad deben ser revisados. “Falta todavía aumentar en uno por ciento las contribuciones (la patronal) en los próximos dos años, entonces una vez que tengamos un mejor panorama de cuál es la situación financiera eso se puede revisar”.
El INSS se encamina por segundo año consecutivo a cerrar con un déficit por 600 millones de córdobas, los que se sumarán al déficit de 800 millones de córdobas registrado el año pasado, pese a la vigencia de la reforma paramétrica pactada por el Gobierno y la empresa privada en 2013 y puesta en vigencia en 2014, que implicó importantes cambios que afectaron a los pensionados, cotizantes y empresas.
REYES INCUMPLE COMPROMISO
En su comunicado de cierre la misión del Fondo Monetario Internacional también recomendó a las autoridades fortalecer las estadísticas, así como la calidad de las mismas.
“Las autoridades necesitan continuar fortaleciendo el marco estadístico. Eso incluye la ampliación de la cobertura institucional de las cuentas fiscales y de deuda pública y el reforzamiento de las metodologías para compilar las cuentas nacionales y externas. La misión también recomienda continuar con el fortalecimiento de los mecanismos para mejorar la recolección de datos; los procedimientos para monitorear la calidad de las estadísticas y la estrategia de comunicación”, sostuvo.
Esta recomendación viene luego de las denuncias hechas por economistas por la forma abrupta en cómo el Banco Central de Nicaragua hizo revisiones a las cifras oficiales a partir de 2010, que cambiaron la estructura de la economía.
Y aunque el presidente del BCN, Ovidio Reyes, prometió el pasado 6 de agosto que en octubre se publicaría la metodología que se aplicó en dicha revisión, ayer dijo que en agosto pasado ya se aclararon todos los ajustes que hicieron y que siguen trabajando en los mismos y que una vez que el FMI haga “algunas consideraciones” estas las iban a incorporar en el documento de la metodología, pero no dejó claro si lo van a publicar.
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