En cada octubre, a diario escuchamos y leemos información de cómo hacerse exámenes preventivos para poder sobrevivir a tan temible dolencia: Cáncer del Seno; el cual afecta los simientes físicos, mentales e inclusive económicos, tanto de pacientes como de su familia.
Además de acudir a un rutinario control donde el galeno especializado en mamas y hacernos la mamografía, (siguiendo las normas y parámetros que estipula la organización de la salud).
También hoy más que nunca, que los índices de casos están en aumento, tenemos que tomar conciencia e iniciativa en cuanto a prevenir y reducir los riesgos de que seamos una estadística más. De cada ocho mujeres una en su vida será diagnosticada con tan temida “plaga”.
La cura del cáncer va más allá del mismo, hay que evitarlo también con opciones integrales y holísticas: Tenemos que incluir en nuestra rutina alimentos más saludables y mantener un peso adecuado, evitar, azúcar, grasa, el fumar y el licor, que son combustibles y detonantes muy peligrosos. Los cuales junto a otros factores hacen crecer y dividir fuera de control nuestras células, propiciando así el cáncer.
Debemos promover hacer ejercicio, nadar, trotar e inclusive caminar, meditación y yoga, en fin toda actividad que nos proporcione opciones de armonía y sosiego.
El cáncer heredado, según http://www.cancer.org/espanol/cancer/cancerdeseno/ es de solamente 5-10 por ciento, lo cual es relativamente bajo. Pero también tenemos otro enemigo dentro del mismo, el cual muchas veces pasa por desapercibido, siendo el cáncer que se deriva de la mutación de genes, y se encuentra en la proteína HER2-positivo. Es más agresivo y no se hereda, se adquiere después de la concepción “somatic genetic mutation”.
Este mismo ha sido el causante de más muertes que el cáncer de seno tradicional, por así decirlo, o sea el más común. La estadística de este mismo es uno entre cinco (20 por ciento) de pacientes ya con cáncer de seno. Es vital la manera en cómo tratarlo, es muy diferente a las otras variaciones… se hace imprescindible detectarlo para que su tratamiento sea el adecuado y así salvar muchas vidas.
En el tratamiento de quimioterapia es indispensable saber qué tipo de medicinas usar en dicho coctel, lo mismo que su dosis, cirugía, y radiación. Esta última, nuevamente enfatizo, debe hacerse con las últimas tecnologías, la cual la más accesible en nuestra Nicaragua, sería el acelerador lineal.
El cual logra una radiación directa en la zona dañada, sin afectar el tejido sano. La supervivencia sería mucho más alta de la que actualmente existe en Nicaragua, los tratamientos acá utilizan la obsoleta radiación de cobalto.
No me canso en resaltar que se precisa crear pautas para unir esfuerzos, donde esta tecnología de acelerador lineal se pueda administrar a nuestros pacientes en Nicaragua en todo tipo de cáncer.
Otro punto que no puede pasar desapercibido para las mujeres que tienen seno fibroso (condición con protuberancias, fibra y músculo en la mama), es el de obtener al mismo tiempo de hacerse la mamografía un ultrasonido del seno, este mismo puede identificar lesiones o tumores cancerosos, que pasan inadvertidos en la mamografía. Conozca su seno y hágase su examen mensual, este atenta a cualquier cambio en color, textura, supuestas alergias o secreciones.
Las nuevas investigaciones actualizadas en los Estados Unidos prometen tecnologías mucho más modernas como es la radiación de rayos de protón, desafortunadamente esta tecnología es una innovación que en estos momentos es accesible solo en pocos centros médicos en el extranjero.
Como conclusión, el cáncer no es ya una sentencia de muerte y su tratamiento va más allá del mismo. Mas recordemos es primordial que a nivel de país, tanto de empresas privadas, y el sistema público, se atienda y sea accesible la información, educación y nueva tecnología de esta malattia.
De esta manera nuestra gran mayoría de mujeres tendrían más opciones para superar esta batalla por sus vidas. Ya que muchas veces no tienen ni siquiera una opción para iniciar tan férrea lucha… acá mismo en su país.
Solo así pudiésemos vislumbrar un nuevo amanecer más allá del cáncer… y reducir sus mortales índices.
La autora es escritora y Consultora