Las oscuras finanzas del Vaticano, marcadas por el despilfarro, el exceso de burocracia y la mala gestión de las donaciones para la caridad, son la temática de sendos libros que se publicarán esta semana. Los textos se basan en correos electrónicos, actas de reuniones, conversaciones privadas grabadas y notas, presuntamente aportados por la laica italiana Francesca Chaouqui y el monseñor español Lucio Ángel Vallejo Balda, detenido en la Santa Sede .
Los libros Via Crucis, de Gianluigi Nuzzi, y Avarizia, de Emiliano Fittipaldi, fueron suministrados este martes a la prensa italiana. Además los autores han dado entrevistas y conferencias de prensa.
Fittipaldi, también periodista del semanario L’Espresso, explica cómo cuatrocientos millones de euros del Óbolo de San Pedro, institución que gestiona las obras de caridad del papa, fueron destinados a “gastos ordinarios y extraordinarios de la Curia romana” y no a los más necesitados.
“El fondo para las obras misioneras contaba con 139,000 euros, de donaciones, pero en los últimos dos años solo ha entregado 17,000 euros a las misiones”, afirma.
DINERO DE FUNDACIÓN
El periodista revela en su libro cómo de las cuentas de la Fundación Bambin Gesu (Niño Jesús), creada para ayudar al hospital pediátrico que gestiona el Vaticano, se pagaron doscientos mil euros para reformar el ático del exsecretario de Estado, Tarciso Bertone, tras su jubilación.
Además se mencionan gastos en los que incurrieron miembros de la jerarquía de la Iglesia católica, como el cardenal George Pell, prefecto de la Secretaría Económica vaticana, quien habría desembolsado “para él y sus amigos medio millón de euros en seis meses”.
Varios cardenales, inclusive jubilados, residen en lujosos apartamentos a costa de la Curia Romana, sostiene por su parte Gianluigi Nuzzi, autor de otro libro explosivo en 2012 con documentos robados del escritorio del papa Benedicto XVI y que marcó el final de ese pontificado en marzo del 2013.
Nuzzi afirma que debido a la mala gestión de las finanzas vaticanas se han registrado “pérdidas por diferencias en el inventario” y “agujeros” de hasta setecientos mil euros en el balance del supermercado del Vaticano y de trescientos mil euros en el de la farmacia vaticana.
BIENES INMUEBLES
Fittipaldi desvela cómo el patrimonio inmobiliario del Vaticano solo en Roma es de unos cinco mil bienes, entre casas y locales, pero “ni ellos mismos saben cuántos son” por la falta de registros.
Asevera que la Santa Sede “posee inmuebles por un valor de 160 millones de euros”, pero un documento reservado de la Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede (Cosea) con fecha 7 de enero de 2014 “especifica que casi siempre los inmuebles son registrados al costo de adquisición o al costo de donación, y muchos edificios institucionales están valorados en un euro. Por lo que es de esperar que el valor real sea mayor”.
El autor calcula que el valor real de esas propiedades asciende a “cuatro mil millones de euros”.
OPOSICIÓN A REFORMA
Los dos libros revelan sobre todo la fuerte oposición interna a las reformas financieras del papa Francisco.
“Entiendo que el Vaticano esté preocupado (…) La investigación revela la distancia entre la posición del papa y el funcionamiento real”, comentó Fittipaldi.
“La reforma que prometió Francisco ha sido hecha muy lentamente, no la ha podido completar en un año”, añadió.
Para el vaticanista Marco Politi, este escándalo es muy distinto al que terminó con la renuncia de Benedicto XVI.
“En el primero surgía con claridad la lucha por el poder interno entre castas y personalidades, de cara a un papado débil”, asegura.
Esta vez, con documentos que salen de una oficina especializada en la reforma de la curia y no del escritorio del papa, el golpe es menos contundente. “Me parecen más bien maniobras para impedir las reformas de Francisco”, sostiene Politi.