Luego de desaforar y destituir al diputado indígena miskito Brooklyn Rivera, la Asamblea Nacional ha hecho más énfasis en el proceso de “interculturalidad” y de otras actividades referidas a los indígenas, que esta semana serán ratificadas en el pleno de la Asamblea.
El proceso de impulsar una “política de interculturalidad” reinició el 18 de marzo del corriente año, aunque ya se había firmado este compromiso en 2012.
El proceso estaba dirigido por Rivera, quien en ese entonces todavía era presidente de la Comisión de Pueblos Originarios y Afrodescendientes de la Asamblea Nacional.
Sin embargo, no tenía el impulso de los diputados sandinistas como lo ha tenido desde la destitución del legislador indígena.
La semana pasada la Junta Directiva de la Asamblea Nacional —controlada por los diputados del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)— aprobó tres resoluciones referidas a la “Política de Interculturalidad del poder legislativo”, explicando que es una “estrategia” de la Asamblea Nacional para el fortalecimiento del Parlamento Indígena de América y su Secretaría Técnica Permanente y la Conformación del Grupo Parlamentario Indígena de Nicaragua.
Sin embargo, los diputados sandinistas no contestan ante los cuestionamientos por la situación en la Costa Caribe Norte del país, donde existe un conflicto armado entre indígenas y emigrantes del Pacífico, a quienes llaman “colonos”.
Legisladores como la primera secretaria de la Asamblea Nacional, Alba Palacios, ha dicho que no les corresponde discutir esos temas en el parlamento porque solo les compete aprobar leyes.
OFICINA DE ATENCIÓN A INDÍGENAS
El 26 de octubre pasado, el FSLN inauguró una oficina de atención a los pueblos indígenas, dirigida por Noe Cóleman Damacio, a quien no le permitieron ocupar el escaño de diputado propietario que le correspondía como suplente de Brooklyn Rivera. Aunque en un primer momento Cóleman protestó por esto, aceptó ser suplente de la bancada sandinista.