Los cubanos Miriela Gutiérrez López, José Medina Acosta y Yoandriy Gala Imbert fueron claros el 4 de noviembre en asegurar que los acusados Alejandro de la Cruz Alegría y Jorge William Valle, acusados de tráfico de migrantes ilegales, sabían de su estado irregular en el país y aún así aceptaron trasladarlos por 200 dólares a la frontera con Honduras.
Miriela Gutiérrez también aseguró que ella les tuvo que rogar a los procesados para que los trasladarán de Rivas hacia la frontera con Honduras.
“Ellos no querían trasladarnos, pero yo insistí, insistí e insistí, para que nos llevaran por U$ 200 a la frontera”, declaró la migrante ilegal, durante la audiencia de anticipo de prueba en el Juzgado Décimo Distrito Penal de Audiencia de Managua.
Según acusación de la Fiscalía, los hechos sucedieron el pasado 22 de octubre a las 11:00 de la noche cuando los cubanos llegaron a Peñas Blancas, Rivas, por puntos ciegos, procedentes de Costa Rica y en la gasolinera de Rivas se encontraron con los acusados y les pidieron que los trasladara al El Guasaule, frontera con Honduras, para seguir su travesía hacia Estados Unidos.
A eso de las 2:00 de la madrugada del 23 de octubre, en el kilómetro 17 de la Carretera Vieja a León, fue detenida la camioneta en que viajaban los indocumentados con los procesados, en un retén policial y al pedirle los documentos los oficiales se dieron cuenta que viajaban de forma irregular y detuvieron a los acusados.