Hay jugadores, cuyas carreras aún no concluyen y ya se puede vislumbrar a qué podrían dedicarse en el futuro.
Bastaba escuchar en una entrevista a Pedro “El Pelón” Torres, para saber que sería un analista de los buenos.
De Julio Juárez se sabía que sería un coach de picheo. Hábil como lanzador, pero también para comunicarse.
Denis Martínez pareció ideal para entrenador. Exigente, con amplios conocimientos y disciplinado.
¿Qué tal resultará Marvin Benard como mánager del equipo nica que irá al Preclásico?
Hay múltiples virtudes en Benard, también defectos, por supuesto, pero uno cree que vale la pena el riesgo.
Más allá de su vínculo con los esteroides, Benard es una persona que inspira respeto. Es ejemplo de trabajo duro.
Es amable, sencillo y sabe escuchar, pero también es firme y sabe cómo imponer su autoridad sin agredir.
Y lo mejor, domina el juego. Benard no fue un jugador de talento excepcional, pero fue creativo y determinado.
Como mánager irá a su primera experiencia a nivel mayor, pero considero que tiene chance de lucir bien.
Benard conoce nuestro beisbol. Lo ha jugado. Sabe sus fortalezas y carencias. Conoce al nica y su sistema.
Pero también sabe cómo deben ser hechas las cosas y eso lo aprendió desde su casa, escuela y las Mayores.
La misión de la Selección en el Preclásico no es fácil. Se le tiene que ganar a México y esa no es tarea sencilla.
Sin embargo, si se define un plan de trabajo pronto y se le garantiza a Benard las condiciones, hay chance.
Benard quiere traer a dos coaches de las Menores y eso es bueno, pero sin excluir a los entrenadores nicas.
Cada mánager es un riesgo, pero Benard vale la pena.
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