Cinco horas después de que el joven José Antonio Velásquez Solórzano, de 18 años, fuera arrestado por policías de Nagarote, de forma sorpresiva encontró la muerte en las celdas policiales de esa localidad.
Ángela Francisca Solórzano, progenitora de Velásquez, denunció en la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) que la Policía le adujo que su hijo se había ahorcado.
La mujer denunció en la CPDH que su vástago presentaba moretones en los dedos de las manos y la uña de uno de los dedos estaba levantada. A su vez, al cuerpo sin vida presentaba, según sus familiares, algunos golpes en la frente y en los labios, lo que les hace sospechar que este no se suicidó.
LA PRENSA consultó en Relaciones Públicas de la Policía, pero no hubo respuesta. El hecho ocurrió el pasado 28 de octubre y hasta ayer la Policía no le ofrecía a la familia del fallecido una explicación.
La mujer también rechazó la posibilidad de un posible suicidio, pues dijo que anteriormente por otro caso, su vástago estuvo detenido cuatro meses en las celdas de León y nunca tomó esa decisión.
Además, Solórzano no consideró un grave problema el caso por el cual en esta ocasión su hijo fue conducido a una celda policial. José Antonio fue arrestado tras haber sido denunciado de convivir con una menor.
DEBEN ACLARAR
Pablo Cuevas, asesor legal de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) indicó que la Policía debería aclarar este hecho para evitar especulaciones.
También señaló que la familia del joven fallecido presenta fotografías, con las que hacen señalamientos en su demanda de justicia a las autoridades policiales.
Hasta ahora no han conocido el informe del Instituto de Medicina Legal.