Los periodistas de LA PRENSA, Xochilt Gutiérrez y Emiliano Chamorro, junto con otros reporteros de Radio Corporación y algunos canales de televisión, fueron agredidos criminalmente ayer miércoles por matones del régimen orteguista. La agresión ocurrió en los alrededores de la rotonda de Metrocentro, durante la protesta ciudadana semanal en demanda de transparencia electoral.
Con la misma furia homicida, los forajidos orteguistas atacaron también a ciudadanos participantes en la protesta cívica y pacífica, entre ellos algunos diputados que por la gravedad de las heridas que sufrieron tuvieron que recibir atención médica. El ataque fue perpetrado con garrotes y piedras de gran tamaño y a algunas de las víctimas los matones del régimen robaron sus equipos de trabajo y pertenencias personales. Los agresores ocultaban cobardemente sus rostros con pasamontañas y vestían camisetas de supuestas organizaciones juveniles opositoras, que en realidad son integradas por provocadores oficialistas infiltrados en las protestas para instigar y aparentar pleitos internos de los movimientos democráticos.
No es la primera vez que los periodistas de LA PRENSA y otros medios de comunicación que cumplen su trabajo informativo, lo mismo que ciudadanos que ejercen su derecho a la manifestación pacífica, son agredidos criminalmente por matones oficialistas. En algunas ocasiones las agresiones se perpetran con la complacencia e inclusive con la complicidad de las fuerzas policiales, cuya obligación institucional es proteger a los ciudadanos indefensos agredidos por los delincuentes. Este mismo miércoles, cuando el periodista de LA PRENSA que fue atacado brutalmente reclamó a los policías por qué dejaban actuar impunemente a los criminales, uno de los oficiales le respondió cínicamente que eso era un problema entre los mismos participantes en las protestas.
Pero no por la negligencia cómplice de las autoridades vamos a dejar de denunciar las agresiones. Lo seguiremos haciendo ante ellas mismas y sobre todo ante la sociedad, los organismos de derechos humanos y las instancias internacionales correspondientes, en nuestro caso específico ante la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
El doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal solía aconsejar que no se debe dejar de denunciar los atropellos del régimen, aunque nadie parezca atender las denuncias, pues lo peor es dejar pasar los abusos y acostumbrarse a ellos. Eso era en tiempos de la dictadura somocista. Ahora, bajo la nueva dictadura orteguista la recomendación del Mártir de las Libertades Públicas de Nicaragua vuelve a tener plena vigencia.
Por su parte los ciudadanos que participan en las protestas de los miércoles tampoco deben desistir de ellas debido a las agresiones de los sicarios oficialistas. Las agresiones del régimen prueban que las protestas democráticas le están haciendo mella. Hay que insistir en esta lucha hasta obligar a Daniel Ortega a respetar el derecho elemental de los ciudadanos a votar en elecciones honestas y transparentes.
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