La tarde del jueves 12 de noviembre Costa Rica inició la deportación a Nicaragua de 334 cubanos que se habían aglomerado en las oficinas centrales de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) en San José, en busca de un salvoconducto que les permitiera transitar por este país en su itinerario hacia Estados Unidos.
Según la directora de Migración y Extranjería, Nicaragua aceptó recibir a esta cantidad de cubanos que se habían varado en Costa Rica y pernoctaban desde hacía varios días en las oficinas migratorias ubicadas en La Uruca, San José.
“La mayoría de estas personas recibieron citación para ser deportados antes del desmantelamiento de la red de tráfico de personas el pasado 10 de noviembre, en el que se detuvo a 12 costarricenses sospechosos”, aclaró la DGME.
Los cubanos deseaban ser deportados porque significa que habrán escalado un país más en su ruta hacia Norteamérica.
Hasta las seis de la tarde del 12 de noviembre, Costa Rica había enviado a Peñas Blancas a 44 cubanos. El resto será deportado en las próximas horas.
“Migración y Extranjería ha puesto a disposición todos los recursos disponibles para agilizar el trámite de deportación, mientras tanto se ha garantizado la atención y el bienestar de estas personas, especialmente de los niños y niñas menores de edad, incluyendo la intervención del PANI (Patronato Nacional de la Infancia)”, informó Rodríguez.
Además de la atención recibida por autoridades migratorias, organizaciones sin fines de lucro como la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR); la Iglesia del Espíritu Santo han colaborado con la entrega de alimentación y ofreciendo hospedaje a las familias cubanas en San José.
En Paso Canoas, frontera con Panamá, hay otro enorme grupo de 1,001 cubanos, según la DGME; a quienes no les ha entregado citas para que se presenten a las oficinas migratorias que les permita ingresar a este país para una eventual deportación. La Cruz Roja ha dado apoyo logístico a estos migrantes.
Con motivo de la desarticulación de la red de tráfico de personas, la DGME decidió suspender momentáneamente la entrega de citaciones en Paso Canoas.
La situación migratoria de las y los ciudadanos cubanos ubicados en Paso Canoas ha sido informada por Costa Rica a las autoridades migratorias panameñas, dado que provienen de su territorio.
Esta oleada de cubanos ha puesto en crisis a la DGME. Al salir de Cuba por agua o avión, estos ciudadanos llegan a Ecuador, país que no les exige visa de ingreso.
Luego atraviesan parte de Sudamérica hasta llegas a Panamá.
En la frontera de Paso Canoas, se presentan sin pasaportes a las oficinas migratorias de Costa Rica, autoridades que les abre un expediente de deportación y los cita para el día siguiente a las oficinas centrales en San José.
Ese proceso de deportación les permite ingresar al centro del país.
Luego no se presentan a la cita y continúan su viaje hacia Nicaragua; siempre desafiando a las autoridades, exponiéndose al peligro de la noche, montañas y el la estafa de coyotes que los trasladan entre un país y otro.
Entre el 2014 y lo que va del 2015, el número de migrantes cubanos que ingresaron a Costa Rica de esa manera ya son 18 mil 600.
De esta cifra 780 fueron deportados a Panamá. En el 2012 la cifra no llegaba ni a 100, lo que significa el incremento del paso de cubanos en los últimos 3 años.
