La crisis migratoria que se desarrolla en la frontera sur de Nicaragua, por la presencia de más de dos mil inmigrantes cubanos en territorio costarricense, ha empezado a provocar daños económicos al comercio centroamericano, al impedir la circulación de centenares de vehículos cargados con mercadería, que se encuentran varados a orillas de la frontera entre Nicaragua y Costa Rica.
El tráfico empezó a ponerse irregular desde que el domingo 15 de noviembre miles de inmigrantes cubanos llegaron a la frontera entre Nicaragua y Costa Rica.
El transporte de carga internacional es uno de los sectores más afectados con la aglomeración de unos dos mil inmigrantes cubanos en ruta a Estados Unidos, que le piden al Gobierno de Nicaragua les otorgue una visa de tránsito para atravesar el territorio y llegar a su destino.
Ayer por la mañana la frontera de Peñas Blancas no pudo atender normalmente a todos los viajeros debido a que los más de dos mil cubanos se encontraban aglomerados en la vía costarricense; fue hasta eso de las 2:00 p.m. que abrieron campo y permitieron el pase a todo tipo de vehículos hacia Nicaragua y Costa Rica.
Únicamente podían cruzar las fronteras los ciudadanos que iban a pie, transbordando en buses de transporte público de ambos países. En tanto la fila de furgones era kilométrica tanto en suelo nacional, como costarricense, al punto que la Policía de Nicaragua optó nuevamente por retener a los traileros en parqueos particulares y a orillas de la Carretera Panamericana.
“Hemos parqueado más de trescientos furgones y solo estamos esperando que se vuelva a normalizar el tráfico para dejarlos continuar”, explicó una fuente policial en la zona.
Tras un poco más de ocho horas de espera, los traileros que estaban estacionados comenzaron a salir hacia Peñas Blancas, donde la fila de estos pesados vehículos era de más de cinco kilómetros, entre Peñas Blancas y Sapoá.
De acuerdo con ciudadanos que laboran en la frontera sur, antes de levantar el plantón los miles de cubanos lanzaron gritos de júbilo pensando que continuarían su viaje, pero hasta el atardecer de ayer no había señales de que las autoridades nicaragüenses abrieran el paso migratorio para transitar por nuestro territorio.
CIDH PREOCUPADA
El secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Emilio Álvarez Icaza Longoria, externó ayer preocupación por el caso de los cubanos varados en la frontera sur y refirió que esa secretaría ha informado de esto al relator de las personas migrantes con situación de movilidad.
El funcionario, cuya visita fue de carácter académico-profesional, estuvo en Nicaragua con motivo del foro regional Sueños de Papel, promovido por el Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (Ieepp) para abordar el tema de migrantes y trata de personas.
Aunque Icaza Longoria refirió que no ha tomado una posición referente al tema, recordó que en cualquier persona debe reconocerse la portabilidad de los derechos, “pues la persona camina con sus derechos”.
“Por supuesto, es una situación que preocupa”, manifestó Icaza Longoria, quien añadió que en días próximos darán a conocer el posicionamiento de la CIDH y entre las posibilidades de intervención tienen que ver en solicitar información, ya sea a Costa Rica o a Nicaragua, o poder visitar la región.
Por su parte, Gabriela Richard, directora del Centro Internacional de Derechos Humanos de Personas Migrantes (Cidehum) en Costa Rica y representante de la Secretaría Técnica de la Red Regional de Organizaciones para las Migraciones (RROCM), que también asistió al foro regional, refirió que existen estimaciones de que unos tres mil ciudadanos cubanos han llegado en lo que va del año a Estados Unidos.
Richard propone que los gobiernos de la región implementen un corredor humanitario que, aclaró, no es de libre paso a todos los migrantes, sino que es para evitar que las redes de tráfico sigan en sus operaciones ilícitas, porque los migrantes cubanos van a seguir su paso. La posición de Richard es coincidente con la declaración emitida el lunes por la Red Nicaragüense de las Migraciones.
En Costa Rica extendieron solo en una semana 1,700 visas extraordinarias de tránsito sin contar las que ha otorgado ese país anteriormente.
Explicó Richard que los cubanos llegan a fronteras de Panamá, donde solicitan refugio para así lograr pasar a ese territorio, como una forma de protección para que no sean deportados o interceptados.
A su criterio, esta situación empeoró tras la desarticulación de una red de tráfico en Costa Rica.
Martha Cranshaw, coordinadora de la Red Nicas Migrantes, aclaró que la mayoría de los cubanos que migran portan documentos de su país y refirió que “este movimiento se veía venir”, por lo que consideró que “más allá de quién tiene la razón hay que sentarse a dialogar”.
Nicaragua y Costa Rica podrían enfrascarse en una serie de señalamientos “de errores”, pero ahora es importante que las autoridades de la región “tomen nota que hay una cantidad de población migrante cubana circulando”, que en algún momento va a llegar a Belice, a México o Estados Unidos y “es necesario que el tránsito sea ordenado”, dijo Cranshaw.
HAY MÁS INMIGRANTES
El ingreso de cubanos a Costa Rica por Paso Canoas, frontera con Panamá, sigue abierto.
Entre el domingo y el mediodía del martes, 350 cubanos más ingresaron bajo esta modalidad a Costa Rica y se suman a unos dos mil más que han quedado varados en la frontera de Peñas Blancas, ante la negativa de Nicaragua de permitirles su ingreso alegando que el gobierno costarricense provoca una crisis migratoria centroamericana.
En total, Costa Rica ha otorgado 1,936 visas a cubanos hasta el mediodía de hoy.
El flujo grande lo otorgó el sábado, con 1,587, como una salida a la crisis, lo cual ha permitido una aglomeración de cubanos en Peñas Blancas por el cierre de la frontera de Nicaragua.
TOCANDO PUERTAS
Costa Rica anunció este martes que realiza esfuerzos para concertar una reunión de cancilleres de la región involucrados en el tema migratorio de cubanos. Durante una rueda de prensa después de la sesión del Consejo de Gobierno, el presidente Luis Guillermo Solís y el canciller Manuel González informaron sobre los esfuerzos y contactos que mantienen a nivel regional para organizar una reunión en la que se pueda encontrar una salida a la situación de los cubanos migrantes, dado que más de dos mil están varados en Peñas Blancas a la espera de que Nicaragua les permita el paso, cerrado para ellos desde el viernes anterior.
300 es la cantidad de furgones y camiones de carga con mercadería que están detenidos desde el domingo a la orilla de la Carretera Panamericana Sur, debido a la crisis migratoria que mantiene cerrada la frontera sur de Nicaragua.
