EL FANATISMO POLÍTICO
Los nicaragüenses debemos mirar más allá de los refinamientos mecánicos en que podemos incurrir dentro de la estructura social, filosófica, práctica, política, humanista, desarrollo integral del campo y la ciudad, y de la relaciones comerciales y de desarrollo del capital nacional e internacional que actualmente tenemos, con el objetivo de ir creciendo aún más para que cualquier amenaza al sentido cívico de nación sea expulsada del ámbito nacional.
Es ahí que los resultados cotidianos en muchas ocasiones son desgraciadamente contrarios a la realidad, a la paz y la concordia que debería imperar en nuestra patria. Es decir, el fanático político, siempre no ve, ni oye, ni entiende otra opinión distinta a la que le inculcaron sus partidarios, se deja llevar extremadamente por ideas que le perturban su voluntad, se entrega al apasionamiento con absoluta dedicación, en el entendido que es la única que debiese imperar, solo cree en sus ideas, ideales políticos y religiosos, la de los demás no tienen ningún valor.
Es por ello que el pueblo nicaragüense no debe dejar que ciertos políticos ansiosos de poder les engañen.
El fanatismo lo único que engendra es violencia, disturbios y sobre todo aumenta el revanchismo, y a muchos los lleva a la venganza personal, simplemente por ser contrario a un credo político, simplemente creen en esa opción equivocada. El pueblo es quien decide en última instancia, y por el hecho de que este ciudadano o aquel no sea su partidario, no es que no quiera que nuestra patria, el desarrollo social, económico y etc., no sean superados, simplemente esa es su opción a la cual tienen derecho, pero presuntamente equivocada.
Cada líder político de los distintos partidos tiene la obligación de orientar a su pueblo a ser tolerante, no atropellante, y hacerle ver que el entrar en dialécticas anarquistas solo conlleva a una avalancha social. Es ahí el meollo, que el fanatismo corre el riesgo de que se vaya a acrecentar en un futuro por falta de entendimiento. En esto juega un papel preponderante nuestra Iglesia católica, llamar a la cordura a los “líderes de los partidos políticos” y no dictar desde sus púlpitos discursos con sermones tergiversantes, solapados y cobijados por sus investiduras.
Por ejemplo, los prelados deberían ir entendiendo que no son políticos, son hechos a la imagen y semejanza de los cánones de la Iglesia católica, algo muy lindo como ir buscando el nuevo mundo y es predicar el evangelio de Dios pero nunca manipular a sus semejante contra los gobernantes de turno. Si verdaderamente respetan a nuestra Iglesia católica no deben entrometerse en esos asuntos, es cosa distinta, el político está diseñado para hacer política de Estado.
Una crisis de fanatismo no la soportaría nuestra nación, los costos sociales nosotros mismos los pagaremos. Si queremos ver una Nicaragua que camine en paz, hay que buscar el entendimiento para hacer las cosas.
Bayardo Quinto Núñez
EL USO DE LOS CELULARES
En días anteriores, con gran pompa una institución que realiza mediciones del nivel de vida anunciaba que en Nicaragua hay más celulares que habitantes y que hasta en los hogares más pobres del país hay tenencia de celulares. Puede ser que el objetivo del anuncio es enviar señales engañosas en cuanto a capacidad económica para comprar esos aparatos o que estamos saliendo de la pobreza porque aquí la gente puede tener 2 o 3 celulares.
Se resalta la cantidad de celulares pero sería interesante un análisis en términos estadísticos sobre la calidad de su uso. Deberían hacerse preguntas sobre el conocimiento integral del celular, en qué aspecto es más utilizado, cuál es lo más importante del celular para el beneficio individual o por qué es importante, etc.
Es notorio observar por otro lado cómo este aparatito está incidiendo en la conducta de algunos usuarios, al punto de perder la concentración dónde caminan (al cruzar la calle, subir o bajar escaleras) y cuando conducen, lo cual ocasiona accidentes con resultados fatales, por mencionar algunas cosas.
Por último, tampoco escapa el aparatito de provocar riñas sentimentales en las parejas, cuando se descubren fotos, mensajes, etc. de alguien más y por tal razón ha venido siendo tildado de promotor y facilitador de la infidelidad.
Miguel Altamirano.
NO HAN CAMBIADO
Jamás voy a olvidar la frase de don José Castillo Osejo, periodista y locutor de Radio Corporación, quien ya se encuentra a la diestra de Dios Padre. Decía don José: “Los sandinistas no han cambiado, siguen siendo los mismos represores de siempre”.
Esa frase de este excelente hijo de la patria y fiel defensor de la democracia y la libertad de Nicaragua se mantiene en vigencia. Los sandinistas no han cambiado, siguen siendo los mismos represores de siempre y eso quedó demostrado con los actos de represión en contra de los pobladores de la Mina El Limón, donde incluso no se salvó de los cateos y destrucción el templo o capilla católica de Mina El Limón.
Dicen que por el alba se saca el día. Yo he dicho que otro periodo de gobierno sandinista sería una catástrofe para Nicaragua y espero que todos los nicaragüenses nos quitemos de encima a esta dictadura, ejerciendo nuestro voto en las próximas elecciones nacionales del 2016.
Los sandinistas no han cambiado. En los años ochenta reprimieron sin piedad al pueblo de Nicaragua, bombardearon y quemaron centros católicos como las capilla de la comarca El Tigre y la comarca de San Juan de Aguasuas, en el municipio de San José de Bocay, en el departamento de Jinotega. Mandaron al exilio a los obispos Salvador Shaeffer de la Costa y Pablo Antonio Vega de la Diócesis de Chontales, ya fallecidos los dos.
Los sandinistas ateos de los ochenta, que hoy se declaran cristianos, siguen siendo los mismos represores de siempre, pero no hay mal que dure cien años ni pueblo que lo resista. Con Dios y patriotismo derrotaremos al orteguismo.
Máximo Castillo (mexicano). Excombatiente de la Contra en el Frente Norte FDN-ERN.
EL ABORTO EN LAS NOTICIAS
El Gobierno de Argentina impone el aborto libre como “derecho” humano. ¡A dónde se ha llegado…! El crimen, con la categoría de “derecho” y médicos obligados a convertirse en asesinos. ¿El hombre se ha vuelto loco o se ha degradado?
El niño no nacido es el ser humano más indefenso y necesitado de protección. Si la vida humana en su inicio se abandona al arbitrio de la embarazada, ofuscada, en no pocos casos, por sentimientos ambivalentes y por la desorientación del ambiente, ¿qué progreso humano se espera?
El progreso está en el desarrollo de la vida, en la protección a los más débiles, en la consideración de los derechos humanos auténticos, que nunca podrán ser de muerte sino de vida (para la madre y el niño, para todos), de libertad verdadera, no de libertinaje.
El aborto es el mayor exponente de la miseria humana que se ha extendido y alcanzando a altas instituciones sociales y políticas, manejadas por lobbys antivida adinerados e insertados en la ONU. Ahora, cuando a los animales se les defiende, ¿por qué se desprecia a los humanos? Nunca he entendido que a niños inocentes (los no nacidos son niños como los nacidos) se les trate como a gatitos de una camada (pobres gatitos, siempre me dieron pena). ¡Pobres niños!
