El Banco Central Europeo (BCE) realizará en diciembre “un análisis técnico de sus actuales estímulos de política monetaria” y revisará todas las opciones posibles en caso de considerar necesario una relajación mayor.
En las actas publicadas ayer de su última reunión, celebrada en Malta hace cuatro semanas, el BCE indicó que prevé que va a tardar más tiempo en lograr su objetivo de inflación por debajo pero cerca del dos por ciento.
El consejo de gobierno también consideró que era necesario destacar en la comunicación (en la rueda de prensa) “la determinación y disposición a actuar tan pronto como lo justificaran la nueva información y la nueva valoración”, teniendo disponibles las nuevas proyecciones macroeconómicas de diciembre, algo que hizo el presidente del BCE, Mario Draghi, tras la reunión.
Los precios de la energía más bajos y los recientes movimientos del tipo de cambio sugieren una revisión a la baja de las perspectivas de inflación, según las actas. En la reunión de 22 de octubre, el consejo de gobierno se mostró preocupado por esa revisión a la baja de las perspectivas de inflación, especialmente si está relacionada con un retraso del cambio de tendencia de la inflación subyacente, que no tiene en consideración los elementos más volátiles, como el precio de la energía y los alimentos y que también está muy baja.
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