El presidente de EE. UU., Barack Obama, emprendió ayer una nueva lucha por resucitar sus medidas migratorias, que cumplen un año, con un recurso ante la Corte Suprema destinado a frenar la deportación de cinco de los once millones de indocumentados que viven en el país.
La apelación pide al alto Tribunal un “examen inmediato” y que intervenga en una disputa entre 26 estados principalmente de gobierno republicano y el gobierno central demócrata.
Si la corte acepta el caso y falla a favor hacia fines de junio, a Obama le quedarán siete meses para aplicar sus planes.
Texas, el estado que encabeza la demanda, tiene treinta días para responder, pero puede pedir una extensión. Si los jueces no aceptan el caso para mediados de enero, el asunto probablemente no se resolverá durante la presidencia de Obama, que finaliza en enero de 2017.
La directora de política nacional de la Casa Blanca, Cecilia Muñoz, explicó a la agencia Efe que “existe la posibilidad” de que el Supremo no acepte el recurso del Gobierno y precisó que, si se da ese escenario, será el Departamento de Justicia el que decida cómo proceder y qué estrategia seguir.
SUSPENDER DEPORTACIONES
Lo que está en juego es el programa de suspensión temporal de deportaciones de padres de estadounidenses, que según Obama permitiría a las personas que han vivido en EE. UU. durante más de cinco años y tienen hijos que están en situación regular en el país, “salir de las sombras y quedar en acuerdo con la ley”.
Texas impugnó rápidamente el programa y ha ganado cada apelación hasta ahora, lo que le ha permitido bloquear el plan. Hace dos semanas, una Corte del Quinto Circuito de Apelaciones, con sede en Nueva Orleans, falló a favor de los estados.
El Gobierno presenta tres argumentos principales: los estados no tienen derecho a impugnar la norma ante la justicia federal; el Gobierno se atuvo a las normas de procedimiento y tiene amplia discreción en materia inmigratoria.
231,000 personas fueron deportadas de EE. UU. durante el año fiscal que finalizó el pasado 30 de septiembre, según documentos internos del Gobierno obtenidos por la agencia AP.
TEMA DE DEBATE
El futuro de inmigrantes ilegales en EE. UU. ha sido tema de debate de los precandidatos tanto republicanos como demócratas.
Hillary Rodham Clinton, quien encabeza la disputa demócrata, ha prometido ir más allá de Obama para proteger de la deportación a grandes grupos de inmigrantes. El aspirante republicano Donald Trump ha propuesto deportar a todos los que viven en el país ilegalmente, una idea compartida por algunos de sus rivales y descartada por otros. Obama dijo que actuó por cuenta propia ante la incapacidad del Congreso para aprobar una ley inmigratoria general. La Casa Blanca ha enfocado sus medidas represivas en delincuentes, amenazas a la seguridad nacional y los que han ingresado últimamente.
“LEY ANTICOYOTAJE”
Los denominados “coyotes” que sean detenidos en Guatemala por tráfico de inmigrantes serán castigados con hasta 10 años de prisión y multas de 50,000 dólares. Las sanciones están contempladas en unas reformas a la Ley de Migración que aprobó ayer el Congreso y a las que los diputados le pusieron el nombre de “Ley Anticoyotaje”, delito que se comete a diario hacia Estados Unidos.
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