Catorce lanchas con más de 120 peregrinos católicos realizaron la cuarta travesía para rememorar el ingreso de Nuestra Señora del Trono al antiguo Puerto La Posesión-El Realejo, en Chinandega, y conmemorar el 453 aniversario del arribo.
Con abundante pólvora, filarmónicos, cantos a la Purísima y el ondear de banderas de Nicaragua y de la Iglesia católica, la imagen fue recibida por más de seiscientos feligreses en el antiguo atracadero colonial en el Estero Doña Paula.
La travesía desde Costa Azul, Corinto hasta el antiguo atracadero dura una hora aproximadamente.
Esta actividad, oficializada por la Iglesia católica, forma parte de la Ruta Teresiana, impulsada por el Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) como atractivo turístico, ya que rememora el ingreso de la Inmaculada Concepción de María en 1562 desde el Convento de la Encarnación en Ávila, España.
Juan Carlos Castillo Mayorga, párroco del templo Santiago Apóstol, marchó con la imagen por las calles del poblado, mientras peregrinos cantaban y alababan a la Purísima.
PEREGRINOS EN LANCHA Y A PIE
“Venimos de traer a la Virgen del Trono a su travesía desde Corinto, para seguir recordando su entrada por el Realejo, pensamos hacer este peregrinaje siempre hasta que Dios nos dé vida, ella me ha hecho muchos milagros”, declaró María Luisa García, originaria de El Viejo.
“Es una idea maravillosa (para) rescatar esta tradición por esta ruta. Nicaragua necesitaba ese aliciente porque los misioneros franciscanos y mercedarios entraron con la fe católica y al entrar la Virgen María, ingresó la fe mariana. María es la madre del redentor, ella es nuestra redentora”, refirió el historiador Ricardo Delgado Ramos.
Benjamín Chávez, comunicador chinandegano, fundador de la peregrinación señaló su optimismo por el crecimiento de la expresión de fe mariana. “Es un evento magnifico muy querido por el pueblo. Aquí hay turistas nacionales y del exterior gracias a las redes sociales”, señaló.
1562 En ese año, Pedro Sánchez de Ahumada, ingresó a El Realejo, Chinandega, con la imagen —también llamada Virgen Conquistadora— que le entregó su hermana Santa Teresa de Ávila.