Expertos nacionales e internacionales que durante dos días analizaron el Estudio de Impacto Ambiental y Social (EIAS) de la empresa Environmental Resources Management (ERM), sobre el proyecto de construcción del Canal Interoceánico, recomiendan detener el proyecto, analizar cuantitativamente los riesgos, y hasta entonces, tomar decisiones.
“Confrontados con estas evidencias nosotros decimos: ¡Stop! ¡alto! no sigan haciendo locuras, consigan un panel de expertos, establezcan criterios de diseños correctos, viables y verificables; hagan los cálculos del diseño del Canal de acuerdo con estos argumentos y luego sigan, continúen, esto no lo estamos diciendo nosotros, lo recomendaron ellos mismos”, dijo el doctor Julio Miranda, en referencia al estudio de ERM.
Miranda fue uno de los expositores que analizó el impacto que tendrá el Canal sobre el lago de Nicaragua, en relación a agua y sedimentos, durante el Segundo Taller Internacional sobre el Canal promovido por la Academia de Ciencias de Nicaragua, celebrado en la Universidad Centroamericana (UCA).
Los especialistas refieren que si bien es cierto el EIAS presentado por la firma ERM indica muchos impactos ambientales negativos, el mismo no cumple estándares internacionales en el análisis de estos impactos, pues los documentos son superficiales y muy generales.
En cuanto a balance hídrico sobre el lago, los expertos dicen que ERM se basa en datos incompletos, por lo que señalan que es necesario más estudios. No hay estrategia clara para control de salinidad, ERM analiza inadecuadamente la resuspensión de sedimentos en el proceso de dragado y sus impacto de excavación dentro del lago, expresan.
Por su parte, la doctora Katherine Vammen señaló que según el plan para la construcción del Canal por el lago, según lo expuesto por representantes de ERM en el taller de la Universidad de la Florida, en marzo pasado, las excavaciones que realizarán son cinco veces más largas que las históricamente realizadas, pues sería de 107 kilómetros de largo y trescientos metros de ancho, con 15 metros de profundidad, con ochocientos millones de metros cúbicos de sedimentos que serían excavados del lago.
Vammen tiene un doctorado con especialidad en Bioquímica y Microbiología de la Universidad de Salzburgo, Austria. Es especialista en Calidad y Gestión de Agua.
“Por lo tanto, un proyecto de esa envergadura debería contar con una muy buena caracterización de los sedimentos, con un muestreo por lo menos de cientos de perfiles del fondo”, dijo Vammen, quien apuntó que coinciden con ERM en cuanto a que “un solo perfil de sedimentos no es adecuado para caracterizar la estatografía de los sedimentos del lago”.
Por tanto, aconsejan que HKND debería realizar perforaciones y muestreo de perfiles en el lago de Nicaragua para confirmar la propuesta de dragado y disposiciones de sedimento.
“Es necesario desarrollar escenarios realistas para el uso potencial del futuro del agua del lago y los modelos de balance hídrico deberían ser calibrados y verificados”, indicó Vammen.
Por su parte, Miranda apuntó que ERM reconoce que en el lado oeste de Rivas, la zona que fue escogida está sujeta a licuefacción, lo que, según explicó, es un fenómeno sísmico que se da bajo ciertas condiciones en las cuales la tierra se hunde, se hace agua.
Miranda dijo que al tratarse de un estudio de escritorio, esto no es válido porque no se ha verificado “si es cierta esa tendencia, se tendría probablemente que cambiar el trazado del Canal al menos en esa parte”.
Miranda apunta además que ERM reconoce que Nicaragua está ubicado en el sitio 25 de países del mundo con probabilidades importantes en pérdidas económicas, de vida, amenazas naturales y riesgos.
DE PRONTO APARECEN DOS LAGOS
Jorge Huete Pérez, experto en Bioquímica y Energía molecular, señaló que en los primeros mapas que presentaron tanto el Gobierno, como HNKD y ERM no aparecían los lagos artificiales.
“Esos entraron a medio camino, cuando alguien dijo (que) va a haber suficiente agua, entonces pusieron un par de lagos”, señaló Huete Pérez quien apunta que en el estudio de impacto para el futuro lago Atlanta hay tan solo un punto de muestreo, pese a que estudios actuales, por ejemplo, del lago de Apanás demuestran que un punto de muestreo no es suficiente.
Otro señalamiento que hizo fue que en cuanto a las especies claves de mamíferos no se estudió a profundidad. Y sin un estudio de cada especie clave a profundidad, no se puede saber qué se va a perder o cómo manejar el impacto sobre estas especies. Tampoco hubo un estudio de las redes alimenticias, o en general la relaciones entre especies. No se sabe cómo el impacto de una especie puede afectar a otras especies.