Zinedine Zidane, entrenador del equipo filial del Real Madrid, aseguró ayer que no tiene prisa por entrenar al mítico club blanco, al día siguiente de la derrota humillante ante el Barcelona (4-0) que deja en delicada situación al técnico Rafael Benítez.
“Yo soy entrenador del Castilla y Benítez es el del primer equipo. Las cosas están bien hechas de momento”, declaró “Zizou” después de que el Castilla empatase a caro goles con el Barakaldo. “El año pasado, al final de la temporada, tenía la sensación de que todavía me falta algo para llegar al primer equipo”, añadió en conferencia de prensa.
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