Sylvester Stallone sabe que la mayoría de las peleas más famosas de Rocky Balboa habrían sido paradas por un réferi de la vida real mucho antes de que el aturdido y ensangrentado boxeador ficticio de peso pesado reuniese las fuerzas para ganar.
También admite que mucha gente que solo conoce de boxeo por su saga Rocky podría creer que su querido deporte luce todo el tiempo como una de sus películas.
Por este motivo Stallone siempre ha insistido en que los filmes de Rocky reconozcan el alto costo del boxeo, aun en medio de las catárticas victorias en el ring que han hecho de su personaje todo un ícono. “Sí me siento responsable, porque veo el daño cerebral”, dijo Stallone en una entrevista reciente. “Veo los daños. Nadie sale ileso de esto”.
La serie de Rocky continúa esta semana con el estreno de Creed , del guionista y director Ryan Coogler, quien muestra a Rocky como el entrenador reacio del hijo de su antiguo rival, Adonis Creed.
El equilibrio en la saga entre la realidad del boxeo y el espectáculo cinematográfico fue un reto para el director.