El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aceptó ayer coordinar “en breve” las acciones militares rusas en Siria con Francia y la coalición antiterrorista liderada por EE. UU., tras reunirse en el Kremlin con su colega francés, François Hollande.
Putin explicó de qué se trata esa coordinación “en el campo de batalla”: “Determinar los territorios en los que se pueden lanzar ataques y aquellos en los que es mejor abstenerse de efectuar bombardeos”.
Es la primera vez que el jefe del Kremlin se muestra dispuesto a coordinar su campaña aérea con Occidente, a la que siempre ha acusado de utilizar al Estado Islámico (EI) como herramienta para derrocar al líder sirio Bashar al Asad.
MÁS PAÍSES SE UNEN
Putin y Hollande vieron su cooperación coyuntural como un espaldarazo “a la formación de una amplia coalición antiterrorista bajo la égida de la ONU”, ya que “el número de países que secundan esta iniciativa aumenta”.
El presidente francés destacó que “Europa está ahora movilizando sus fuerzas en la lucha contra el terrorismo”.
No está claro cómo reaccionará el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con el que Hollande se reunió esta semana y que insistió en que Rusia debe dar un “giro estratégico” y atacar más activamente al EI, en vez de martillear a los rebeldes y “fortalecer a Asad”.
SANCIONES A TURQUÍA
Dos días después del derribo de un avión militar ruso por F-16 turcos en la frontera siria, Rusia adoptó ayer represalias económicas contra Turquía e insinuó que este país no combate al EI.
El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, pidió a su gobierno elaborar medidas de represalia económica contra Turquía, que verá afectado el comercio, las inversiones, el empleo de mano de obra, el turismo, el transporte aéreo o el ámbito cultural.
Rusia anunció ayer que reforzará sus controles sobre los productos agrícolas y alimentarios turcos, aduciendo violaciones de las normas sanitarias.