El doctor Alejandro Aguilar ganó un concurso en el 2009 para quedarse en el cargo de decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Americana (UAM). Es un abogado experto en Derecho Empresarial, que el pasado lunes fue notificado que la junta directiva de la universidad había decidido removerlo de su cargo.
Aguilar ha sido un acérrimo crítico de las violaciones a la constitución del gobierno de Daniel Ortega y de la aprobación de la Ley del Canal Interoceánico.
En esta entrevista con LA PRENSA, Aguilar cuenta cómo fue la notificación y las posibles causas de su despido de la universidad, cuyo accionista mayoritario es el Ejército a través del Instituto de Previsión Social Militar (IPSM).
¿Cómo le notificaron de su despido doctor?
El doctor Ernesto Medina (rector de la UAM) me dijo (el lunes) que la junta directiva había decidido cancelar mi nombramiento, dijo que me agradecía que no había ninguna razón específica más que simplemente la junta tiene esa facultad y que habían designado a otra persona para continuar con esto, no me dieron ninguna razón.
¿Quién lo sustituirá a usted en su cargo?
Un abogado que se llama Jesús Herrera… Fue invitado en alguna ocasión como docente nuestro. Es una persona que yo conozco desde hace algunos años, es un profesional muy competente, una persona noble.
¿El doctor Medina no es quien decide con qué decanos trabaja, o le han restado facultades?
Bueno, vamos a ver: lo que pasa es que al ser una universidad privada siempre las juntas que representan a los dueños de la universidad se han reservado los principales cargos. Lo que sí te puedo decir es que en mi caso, cuando me seleccionaron a mí hubo una convocatoria pública (en 2009) y pues hubo un proceso de selección que la universidad hacía y al final ya sabés se presentaron como cincuenta personas… En este caso tengo entendido que fue diferente, fue distinto. Pero no tengo mayor conocimiento, solo sé que ayer que me notificó el rector ya había una persona nombrada.
Le dijeron que no tenían problemas con su trabajo, con su profesionalismo pero que querían nombrar a alguien que fuera afín. ¿Afín a qué?
En algún momento de la conversación (Medina) me dijo: ‘te tengo que decir que no son motivos profesionales, siempre hemos estado satisfecho con tu trabajo, con lo que vos hacés, con tu equipo, con los valores… pero pues hay otras razones que no te puedo decir más… que solo la pueden decir quienes tomaron la decisión’.
¿Usted cree que lo cesan de su cargo por su posición crítica como académico al régimen de Ortega?
En realidad cuál es el punto no lo sé, sí creo que hay un tema relacionado con la libertad de expresión y el hecho de que yo he sido una persona que he vivido con libertad, lo que pienso yo lo digo claramente adonde quiera que vaya, pero eso es una decisión personal. Yo he querido vivir en libertad y creo que así debemos vivir la vida todos… y seguramente tiene que ver con eso, no puedo tener otra explicación. El tema también está en que algo tiene que suceder en la vía universitaria en Nicaragua, porque más allá de quien es propietario de una universidad, las universidades son una comunidad de intereses diversos de padres de familia, de estudiantes, de profesores, de empresas que retroalimentan lo que las universidades hacen… La universidad no son solamente los dueños, quizás uno de los temas que merece la pena conversar en Nicaragua es exactamente ¿qué entendemos por universidad, qué son las universidades y cómo se deben administrar tanto las públicas como las privadas?, porque no puede ser, pues que pongan fin a la carrera académica de una persona así, no me parece justo.
Doctor, mucha gente cree que a usted lo destituyen por su participación en la Junta Directiva del IEEPP, que es una ONG crítica con el Ejército
El IEEPP (Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas) es un centro de pensamiento muy serio, yo fui presidente de la junta directiva por tres años, es una actividad no lucrativa que yo hice como ciudadano, me siento muy orgulloso del trabajo que hace el IEEPP y los aportes que hace al país en una gran cantidad de temas… Si eso tiene algo que ver, me parece algo lamentable, porque las personas que trabajan en la vía académica tienen que distribuir su actividad en diversos campos, es decir no es la única actividad que yo he hecho de carácter no lucrativo. He hecho muchas otras cosas más, no puede ser que a uno lo evalúen solamente porque ha asumido un cargo.
¿Usted seguía siendo de la junta directiva?
Este año hubo elecciones nuevamente en el instituto y yo decliné asumir la presidencia porque me parecía que no era correcto estar reeligiendo a una persona y como la asamblea de investigadores del IEEPP me pidió seguir en la junta directiva yo asumí las funciones de secretario, pero como te dije, este es un centro de pensamiento que ha dado suficientes muestras de su institucionalidad en Nicaragua.
¿Usted sintió que hubo retroceso en la universidad desde que llegó el coronel Félix Palacios a la junta directiva de la UAM?
Lo que sí sentí es que estaba marcando un rumbo.
¿Qué significa marcar el rumbo?
Las decisiones comenzaron a tomarse de otra forma cada vez con menos participación de la comunidad universitaria… Me da la impresión que están más acostumbrados a tomar decisiones más verticales y eso creo que puede ser que sea un asunto de cómo funciona la lógica de los civiles y cómo funciona la lógica de las personas que tienen una carrera militar. Los civiles, vos sabés, están más enfocados en procesos mas igualitarios, (y) más participativos. Supongo yo que en la mentalidad de un militar eso es inaceptable.
¿En algún momento le pidieron a usted que vetara de la universidad a profesores?
No, no, no eso nunca y además yo no lo habría permitido.
En diciembre la UAM canceló un foro debate que iba a tener Carlos Fernando Chamorro con la periodista mexicana Carmen Aristegui.
Sí, sí, pero eso era una actividad que no era de mi facultad, era una actividad que igual entiendo organizó rectoría en algún momento y yo no conozco los detalles de lo que sucedió realmente. Sé que fue una decisión de la junta directiva pero no sé nada más que eso. No sé cuáles fueron los criterios.
La universidad se salió de aquel convenio con organizaciones de la sociedad civil para impartir aquel diplomado de liderazgo.
Eso también lo conocí, no estaba en mi facultad y lo que conocí fue una decisión de la junta directiva sobre ese diplomado de liderazgo del cual además se habían beneficiado muchísimos miembros del partido de gobierno, gente joven que se formaba académicamente y yo lamento muchísimo que hayan tomado una decisión que perjudica incluso a jóvenes que están a favor del Gobierno pues, era un programa de formación de liderazgo muy abierto.
“Yo he sido una persona que he vivido con libertad, lo que pienso yo lo digo claramente adonde quiera que vaya”, Alejandro Aguilar, exdecano de Derecho de la UAM
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