La UNAN Managua ganó en Diriamba, lo hizo porque jugó al riesgo de terminar con los huesos secos al sol o la alegría de estar cerca de algo histórico para el club. Los universitarios vencieron 1-0 con gol de Jonathan Donado, debido a que empujaron en la búsqueda de un resultado con la creación de jugadas y llegadas de peligro, ganaron porque el futbol de ayer recompensó al mejor, no al tímido equipo de casa que salió con miedo a que le chuparan su sangre, sin aprovechar la frecuencia de júbilo que había en las gradas, sino que los metió en un poso de angustias.
Desde el pitazo inicial la UNAN tenía mentalizada salir a la caza del gol, lo demostraron cuando al minuto 11 el colombiano Jonathan Donado bailó en el área y se hizo espacio para dársela a Daniel Reyes que la mandó a un lado, luego el Diriangén respondió al 13’ con Víctor Parrales, pero necesitaba más potencia en su disparo y de inmediato el equipo de casa regresó con otra llegada de inminente peligro, tras centro de Lucas Carrera y Rodrigo Martella cabeceó sin orientación cuando estaba en el área pequeña.
Eso fue todo el Diriangén en el primer tiempo, sin el aprovechamiento de una mala salida del arquero Palomino. Los diriambinos olvidaron la agresividad que los había caracterizado en sus juegos de temporada regular contra la UNAN, jugaron un futbol de cuidados intensivos, con espanto de cometer errores, mientras los universitarios inhibidos, sueltos tuvieron el 1-0 en los pies de Donado, tras un pase filtrado de Daniel Reyes, Donado corrió como un esprínter y en el cara a cara con Mendieta, el experimentado arquero desvió el disparo letal del colombiano.
DONADO SEGURO
Al minuto 51 del encuentro, el Diriangén sintió como si hubieran apagado las baterías de su corazón. La ciudad dejó de latir cuando el árbitro central marcó penalti. El argentino Andrés Giraldo no pudo bajar un centro en el área defensiva y utilizó su mano derecha para hacerlo, decretando la pena máxima, cobrada por Donado.
Ese era un témpano de hielo, no sentía emociones frente a Carlos Mendieta. Donado marcó de manera segura al 52’, sin mover una ceja o hacer un gesto en el rostro, supo manejar la más grande ocasión para la más grande hazaña de su club. Se concentró a pesar de lo vibrante de las tribunas. Engañó por completo a Mendieta, quien se lanzó hacia su derecha, mientras el balón entraba a la cabaña en el lado opuesto. El gol que parecía ser el primero fue el único.
TARDE REACCIÓN
Faltando 15 minutos del final, el Diriangén quiso reaccionar, muy tarde, ya el partido tenía un dueño, sin embargo, tuvieron llegadas oportunas como el disparo de largo de Juan Carlos Urbina, el centro ardiendo de Parrales y Nasser Valverde fue incapaz de golpearla con potencia, el cabezazo de Parrales y el despeje fortuito en la última línea de la cancha de Germán Umaña. Fue otro Diriangén que pudo ser más, pero decidieron jugar a la cautela.
Y después perdieron la orientación, Jason Coronel y Sergio Arzamendia, fueron expulsados, dejando a su equipo con nueve jugadores. Ya en ese punto el técnico Javier Londoño abogaba porque no le anotaran el segundo gol, el cual sería una lápida inamovible.