Mientras fungía como anfitrión invitado de Saturday Night Live a principios de año, Chris Hemsworth exageró su rápido ascenso en Hollywood: “Si un tipo australiano con la cara perfecta puede lograrlo, cualquiera puede”, dijo en un anuncio ficticio de American Express.
Hemsworth, el actor australiano de 32 años conocido alrededor del mundo por su papel de Thor, parece estar hecho a la medida para el celuloide. Pero independientemente de su considerable don natural, ha demostrado ser un actor interesante inclinado a usar su poderosa presencia en pantalla en papeles que así como la exaltan también la desafían.
En In the Heart of the Sea se reúne con Ron Howard, quien lo dirigió en Rush, la cinta de 2013 en la que interpretó al piloto de Fórmula Uno, James Hunt.
La nueva cinta sobre las vicisitudes del Essex (el maldecido bote cazaballenas que inspiró el clásico de Herman Melville, Moby-Dick) lo muestra como un intrépido y heroico primer oficial que sobrevive cuando un enorme cachalote lo hace naufragar.
Es el tipo de dualidad que define a Hemsworth: un galán pero un hombre de familia (tiene tres hijos); un superhéroe de los Avengers (Los Vengadores), pero un talentoso comediante. Además de su cameo sin camisa en Vacation y su papel de recepcionista en la próxima Ghostbusters.