“Mi color preferido es el azul, pero a la hora que pinto uso más el amarillo”, una mezcla de colores que se visualiza en la nueva exposición de Rosario Ortiz de Chamorro, abierta al público en el Museo de Arte de El Salvador hasta el 14 de febrero de 2016.
La apertura de la muestra, el 8 de diciembre, fue realizada por Leonor Coto de Yarhi en representación de la Junta Directiva del Marte, que destacó la exposición de Rosario “como una visión muy personal de la naturaleza o bien que imagina y recrea y que al final la ofrece para nuestro deleite”.
Coto de Yarhi, también apuntó sobre los temas de la muestra: “Flores y frutos que son un reflejo de sus creencias entre las cuales a parte del arte está la fe”, aludiendo a la Gritería, fiesta religiosa en honor a la Concepción de María que se celebra el 7 de diciembre en todos los departamentos del país y que nació en la ciudad de León.
PINTURAS CON LENTES 3D
No obstante, la pintora Rosario Ortiz de Chamorro dijo estar contenta, sobre todo, porque salvadoreños y nicaragüenses pueden compartir a través de su arte, y reveló algunas anécdotas sobre cómo varias de sus obras pueden ser admiradas a través de lentes 3D para contemplar desde varios ángulos sus lienzos con diferentes enfoques de profundidad, altura y distancia.
La inauguración de la exposición también estuvo presidida por la curadora de arte estadounidense Carol Damian, quien enfatizó en el catálogo de la muestra las cualidades de la pintura de Rosario Ortiz de Chamorro.
“Usando una técnica exigente que implica dibujar con cuidado para replicar cada sujeto, a continuación un método abstracto para destilar la esencia de cada forma y figura, seguido por capas finales y raspado de colores para efectos cromáticos sensuales”, advirtió Damian.
LA NATURALEZA, DIOS, LOS PADRES
Rosario Ortiz de Chamorro nació en León en 1949. Desde 1972 viene realizando exposiciones personales y colectivas en Nicaragua, El Salvador, Honduras, Estados Unidos, Inglaterra, China, Francia, Bélgica y Alemania. Sus obras se encuentran en colecciones privadas en varios países y en colecciones permanentes en el Museo Rayo, Roldanillo, Colombia; en la colección de Arte de América Latina de la Universidad de Essex, Colchester, Inglaterra; y en el Centro de Arte de la Fundación Ortiz Guardián en León, Nicaragua.
De su nueva muestra, Naturaleza cultivada, habla y devela también algunos momentos que le llevan a pintar.
¿Qué representa la pintura en su vida?
El hijo que nunca tuve. Un espacio en mi vida que lo llena todo. Una pasión.
Los críticos de arte hablan de la sensualidad de sus cuadros, ¿qué opina?
Me provoca mucha risa, yo solo estoy presentando esa naturaleza bella y misteriosa de donde todos venidos.
¿Sus padres han sido una gran influencia en su proceso creativo?
Claro que sí, mi papá (Ramiro Ortiz Arguello) siempre ha sido para mí como mi ángel guardián, cuando estoy sola siento que siempre está a mi lado, apoyándome, es como si sintiera su presencia. Además como agricultor me enseñó el amor a la tierra, a la naturaleza.
¿Su mamá fue pintora, le mostraba desde la tonalidad de los colores hasta las perspectivas?
Mi madre (Lidia Mayorga de Ortiz) pintaba y desde muy niña siempre me inculcó el amor por la naturaleza, ella me enseñaba en el campo, el verde intenso, el verde que estaba detrás de esos verdes y cómo se diferenciaban unos de otros, ella me los mostró hasta hoy. Esa naturaleza donde está Dios.
¿Qué implica exponer en el Museo de Arte de El Salvador?
Es un compromiso más aún que haya expuesto antes en Europa en Naciones Unidas, en París en la Unesco, lugares donde para exponer se necesita un buen currículum. Estoy contenta en este 2015, he tenido una buena salud y he podido cumplir pintando lo que me gusta, es como una de mis graduaciones, un doctorado. Más comprometida con la obra.
¿Qué opina cuando Carol Damian dice que hay un parecido con la pintora estadounidense Georgia O’Keeffe?
Es una pintora muy importante en la historia del arte de los Estados Unidos, su pintura además de la naturaleza, la presencia de las casa, fue muy fuerte, lo mismo los desiertos, las calaveras de vacas. Es una pintora de vanguardia.
¿Cuáles son las lecturas preferidas que alimentan su arte?
Leí mucho de joven las historias de Agatha Christie, sus misterios. Me gusta mucho leer la vida de las personas.
También leí sobre la I Guerra Mundial, tal vez por influencia de mi papá. Me preocupan las guerras y lo radical de ambas partes. Estoy suscrita a varias revistas de arte, eso me alimenta para crear (y) para pintar.
¿Cómo se lleva con el tiempo entre sus cuadros?
Me preocupa, no me gusta por ejemplo dejar espacios vacíos en mis cuadros, creo que es un desperdicio del algo que se detiene.
¿Cómo es un día en su vida?
Dedicado a la pintura, estudiando a las Irises, leyendo sobre cómo se comportan, (y) desarrollan. Con mi familia, ayudando a la obra de Dios.
¿Se considera espiritual o religiosa?
De las dos cosas hay en mí. Tengo un profundo amor por la vida y por Dios que es mi centro en mi vida.
¿Cuando está pintando naturaleza está llamando a la gente a cuidar el ambiente?
Claro que sí. Estoy diciendo que hay que cuidar, y reciclar también, a mí me gusta aportar con esto del reciclaje, porque es una manera de ayudar a otros a salir adelante.
“La naturaleza cultivada, conforman un conjunto de detalles florales que evocan la armonía, la simetría, el equilibrio, la unidad, la sutileza, la coherencia, el realismo, la secuencialidad y la singularidad que existe en nuestra naturaleza tropical”.
Astrid Bahamond, crítica de arte salvadoreña
“La primavera de Rosario se vuelve un delirio, y sus imágenes, sometidas al lente de aumento con que las ha visto al pintarlas, adquieren sobre el lienzo una majestad imperturbable que acerca a nuestros ojos esos frutos y esa floración”,
Sergio Ramírez, escritor.
“Frutas y flores han sido temas significativos para la interpretación y la inspiración artística a lo largo de su carrera, y ella ha dominado su exclusividad y cualidades físicas en un estilo personal que es a la vez tradicional en sus opciones y moderno en su técnica”,
Carol Damian, crítica de arte estadounidense.
