La modelo costarricense detenida en Managua desde hace dos semanas por aparente vinculación al narcotráfico; no tiene indicios sobre esta actividad en Costa Rica y tampoco se le conoce relación alguna con alguna banda dedicada a la distribución local o internacional de drogas, según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
“Sobre ella no habían ninguna investigación de narcotráfico, nada, nada, nada; y de los otros involucrados en Nicaragua en el caso tampoco. Sobre el esposo sí”, dijo el Michael Soto, jefe del Departamento de Planes y Operaciones del OIJ.
Adriana Corella, modelo costarricense de 25 años, permanece en prisión preventiva en El Chipote, celda policial de Managua, acusada de administrar el dinero de una banda internacional de narcotráfico.
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La justicia de Nicaragua la acusa de crimen organizado y lavado de dinero en perjuicio del Estado, por presuntamente pertenecer a la agrupación narco llamada Cacique, según el Ministerio Público.
La modelo tenía un mes de estar en Nicaragua al momento de su captura, junto con su pareja sentimental Walter Mauricio Pereira Castillo, quien al parecer era uno de los jefes dentro de la banda y según la Policía Nacional, se suicidó frente a su casa en condominio Santa Mónica, Managua, cuando oficiales antinarcóticos lo capturaban.
Según Soto, Pereira Castillo sí era investigado en Costa Rica por un homicidio y narcotráfico, en el año 2012, pero no era un objetivo principal de las investigaciones antinarcóticas sino como miembro de la banda de El Indio, como es conocido el nicaragüense naturalizado Marco Antonio Zamora, encarcelado por asesinatos y tráfico de drogas.
“Él era un componente importante del grupo (del Indio). No era líder o sublíder del grupo, de acuerdo con la investigación en aquél momento, él hacía algunas transacciones de importancia para Marco”, dijo Soto.
“Marco tenía acaparado el sur de la capital con unos 15 bunker o más por narcomenudeo. Marco necesitaba movilizar unos 20-30 kilos de droga para poder cocinar y poder abastecer eso con crack. Wálter cumplía función de hacer esas movilizaciones importantes de droga”, añadió.
De acuerdo con Soto, las intervenciones telefónicas a la agrupación del Indio, en ese mismo año, daban indicios de ampliar la actividad ilícita hacia Nicaragua.
En más de 14 allanamientos de ese año del OIJ en el sur de la capital, para capturar a Pereira Castillo, éste huyó de la policía judicial. Desde ahí el OIJ le perdió el rastro, aunque recibió información de que pudo haber escapado a Nicaragua, donde finalmente se suicidó, según la Policía Nacional.
Sobre este caso de Corella y su ahora ex esposo, el OIJ no ha intercambiado información con la Policía de Nicaragua, como suele suceder en otras investigaciones, según Soto.